Apenas van dos días de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y ya ha tomado varias decisiones controvertidas en materia de salud. Aunque lo más grave es que las consecuencias no sólo podrían tener un impacto interno sino también mundial.
En ese sentido, la política basada en el proteccionismo y buscar beneficiar sólo a los estadounidense pone en riesgo a los demás. Es una repetición de lo que aplicó en su primer mandato (2017-2021) pero ahora todo apunta a que será más agresivo.
¿Cuál será el impacto de Donald Trump en la salud mundial?
Algo que cumplió Donald Trump es que desde su primer día de regreso a la Casa Blanca empezó con las polémicas como el retiro de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Todo el proceso para salir de la organización tiene una duración de un año pero cuando se concrete tendrá efectos adversos en los esfuerzos internacionales para abordar pandemias, enfermedades transmisibles y otros problemas de salud global.
Trump no cree en el cambio climático
Al mismo tiempo, durante su primer día también firmó una orden ejecutiva para retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París. Todo se generó porque el mandatario no cree en el cambio climático y sus efectos en la salud mundial como el aumento de enfermedades respiratorias, problemas cardiovasculares y desastres naturales.
En su primer mandato, Trump promovió políticas que afectaron negativamente el acceso a la salud, como los recortes al financiamiento de programas como Medicaid y la tentativa de desmantelar el sistema de salud Obamacare (la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio).
Mientras que en esta ocasión todo apunta a que repetirá las mismas estrategias. Aunque esas políticas fueron principalmente nacionales, su impacto indirecto podría extenderse a la salud global si se reducen los fondos y la cooperación en proyectos de salud internacional, como la lucha contra el VIH/SIDA, la tuberculosis y la malaria.
¿Qué pasará si ocurre otra pandemia?
La respuesta de Estados Unidos a la pandemia de COVID-19 bajo Trump fue muy controversial y se caracterizó por un enfoque de “descentralización”, que resultó en una respuesta desorganizada y fragmentada.
Los científicos han alertado que en cualquier momento podría ocurrir otra emergencia sanitaria de grandes magnitudes. Si se repite a corto plazo las consecuencias podrían ser bastante graves por el papel mundial que desempeña Estados Unidos en la investigación científica, la distribución de vacunas y la ayuda internacional en salud pública.
Desregulación de normas sanitarias
En su primer mandato el magnate impulsó políticas de desregulación que en algunos casos incluyeron la flexibilización de normas sobre seguridad alimentaria, medioambiental y farmacéutica.
Si se repite podría tener implicaciones negativas porque Estados Unidos es un actor clave en la producción de medicamentos, tecnología médica y en las normativas internacionales relacionadas con la seguridad sanitaria.
Un relajamiento de estas regulaciones podría aumentar los riesgos sanitarios globales, como la expansión de enfermedades resistentes a los antibióticos.
Finalmente, durante su primera administración Trump fue conocido por su enfoque “América Primero”, lo que llevó a la reducción de la ayuda humanitaria y sanitaria a otros países. En el ámbito de la salud global, su política consistió en recortar la asistencia a países en desarrollo, especialmente en África y América Latina.