Durante la extensa historia de la iglesia católica sólo ha existido un Papa que fue médico de profesión. A continuación te compartimos su nombre y labor en ambas facetas de su vida.
A raíz del fallecimiento del Papa Francisco a los 88 años de edad es necesario hablar acerca de otros líderes religiosos que han tenido una relación directa con el campo de la salud. Aunque en ocasiones se piensa que son campos enemigos en realidad ambos pueden convivir.
¿Quién fue el único Papa que fue un médico de profesión?
De acuerdo con los registros el único Papa de la historia que fue un médico de profesión fue Juan XXI. Nació en Portugal entre 1210 y 1220 y fue hijo del médico Julião Rebelo, de quien heredó su gusto por la ciencia.
Durante su juventud se trasladó a Francia y acudió a la Universidad de París para enfocar sus estudios en medicina, teología, lógica, física, metafísica y la dialéctica de Aristóteles.
Un dato curioso es que se identificaba con el autor médico Petrus Hispanus, quien fue una figura importante en el desarrollo de la lógica y la farmacología.
De manera paralela a sus estudios tradicionales también se enfocó en la religión. Fue archidiácono de Vermoim en la archidiócesis de Braga. En ese momento se convirtió en el médico personal del Papa Gregorio X. Además Juan XXI fue autor del libro de medicina Thesaurus pauperum.
Mientras que el 18 de agosto de 1276 fue elegido Papa y fue coronado una semana después. Su administración fue muy corta porque sólo duró un año pero lo más distinguido es que se convirtió en el único Papa médico de la historia.
El Papa que atendió enfermos en la Primera Guerra Mundial
Hasta el momento Juan XXI ha sido el único Papa que era médico de profesión de la historia. Aunque también han existido otros casos que vale la pena recordar porque también tuvieron una relación directa con el gremio de la salud.
Uno de los más importantes fue Angelo Giuseppe Roncalli. Fue el 261º Papa de la Iglesia católica y soberano de la Ciudad del Vaticano entre 1958 y 1963 cuando fue conocido como Juan XXIII.
En su caso, desde muy joven se trasladó a Roma para dedicar su vida a la religión e incluso se doctoró en Teología. Aunque de acuerdo con el artículo Pope Saint John XXIII: Army Medic and Military Hospital Chaplain durante la Primera Guerra Mundial ejerció como sargento médico y más tarde como capellán militar.
Por lo tanto, aunque no fue un médico de profesión sí tuvo un relación directa con el campo sanitario y hasta atendió heridos de guerra antes de convertirse en Papa.
