Durante mucho tiempo, las consultas médicas se han visto saturadas y es que el tiempo de consulta médico establecido resulta muy pequeño; sobre todo en algunas especialidades y esto hace que al no disponer del suficiente tiempo para exponer sus dolencias, el paciente alargara el tiempo en consulta y, finalmente, acabara alargándose el tiempo de espera del siguiente paciente.
Pero esto se debe a que la consulta médica es un proceso complejo y multidimensional, centrado en la relación médico-paciente pero es también una pieza clave para brindar el apoyo en las necesidades de salud-enfermedad, sufrimiento e incertidumbre que tiene un sujeto cuando se ve afectada su integridad física, humana y emocional.
El tiempo en la sala de espera es muy largo y en consulta muy breve
Normalmente, son muchas las quejas de los pacientes en los que a tiempo y atención frente a un problema de salud se refiere. Lo que está claro es que el tiempo en la sala de espera puede ser muy largo y el tiempo de atención muy breve e insuficiente; es decir, existiría un tiempo objetivo y uno subjetivo.
El objetivo es un indicador, gestor y evaluador de los procesos de atención como son el cumplimiento de una agenda, número de pacientes atendidos por hora, tiempo de espera, número de recetas por día, número de procedimientos por día y todo un conjunto de datos e indicadores que son necesarios para la gestión.
Por su parte el tiempo subjetivo es uno de los mayores atributos de la percepción de un usuario insatisfecho con muy larga espera y un tiempo de escucha insuficiente. La percepción del profesional también se corresponde con la misma insatisfacción del paciente.
En los años 80, la consulta era de 5 minutos
En estos momentos, la brevedad de la consulta médica es una práctica médica general que ha sido fuente de preocupación a lo largo del siglo XX. En el año 1952, por ejemplo, el tiempo de consulta se situaba entre los 5 y los 7,2 minutos. Ya en el año 1958, las consultas se alargaron hasta los 8,8 minutos y ya en los años 80, al ser la consulta de 5 minutos, se pidió un mayor tiempo de consulta hasta que en los años 90, el tiempo de consulta subió hasta los 8,25 minutos.
Actualmente, la duración de la consulta médica varía según el país ya que este aspecto es algo que no puede ser homologado en todos los países porque cada sistema de salud tiene características estructurales diferentes. Además, el papel y concepción de la atención primaría y la participación de todos sus actores son diferentes.