En el 2015, el Instituto de Medicina (IOM), ahora llamado Academia Nacional de Medicina (NAM). Publicó un informe sobre la EM/SFC titulado “Beyond Myalgic Encephalomyelitis/Chronic Fatigue Syndrome: Redefining an Illness (fatiga crónica).
Redefinir los criterios de diagnóstico.
El comité del IOM resumió la base de evidencia y propuso redefinir los criterios de diagnóstico. A fin de facilitar un diagnóstico oportuno y mejorar la comprensión de la enfermedad entre los profesionales de atención médica y el público.
Con base en el informe, el IOM también publicó una guía para los proveedores de atención médica que incluye lo siguiente:
- Los nuevos criterios para el diagnóstico
- Datos clave
- Los síntomas necesarios para el diagnóstico y otros síntomas.
- Un algoritmo de diagnóstico
- Un gráfico útil de resumen sobre cómo poner en práctica el diagnóstico.
- Cuestionarios y herramientas que podrían ser útiles para evaluar los síntomas de EM/SFC.
Criterios para el BUEN diagnóstico de la fatiga crónica ¿los cumples?
Los criterios para el diagnóstico que el IOM publicó para la fatiga crónica son tres síntomas y al menos una de dos manifestaciones adicionales. Los cuales, son necesarios para el diagnóstico.
Los tres síntomas necesarios para la fatiga crónica son los siguientes:
- Una reducción o un deterioro sustancial en la capacidad de alcanzar los niveles de actividad anteriores a la enfermedad (actividades ocupacionales, educacionales, sociales o de la vida personal):
- Que dure más de 6 meses.
- Que se produzca junto a fatiga que sea:
-a menudo profunda
-de comienzo reciente (no de toda la vida)
-que no sea el resultado de un esfuerzo continuo o inusual excesivo
-que no se alivie sustancialmente con el descanso - Malestar posesfuerzo (PEM)*. Empeoramiento de los síntomas después de un esfuerzo físico, mental o emocional que no hubiera causado un problema antes de la enfermedad. El PEM a menudo hace que el paciente tenga una recaída que podría durar días, semanas o incluso más tiempo.
- Sueño no reparador*. Los pacientes con EM/SFC podrían no sentirse mejor o menos cansados incluso después de haber dormido toda la noche. A pesar de la ausencia de alteraciones objetivas específicas del sueño.
Al menos una de las siguientes dos manifestaciones adicionales debe estar presente para diagnosticar fatiga crónica:
Deterioro cognitivo
Los pacientes tienen problemas para pensar, con la memoria, con el funcionamiento ejecutivo, y para procesar información. También tienen déficit de atención y deficiencias en el funcionamiento sicomotor.
Todo esto puede exacerbarse con el esfuerzo, una postura erguida por tiempo prolongado, el estrés o la presión del tiempo. Y podría tener consecuencias graves en la capacidad de un paciente de mantener un trabajo o asistir a una institución educativa jornada completa.
Intolerancia ortostática
Los pacientes presentan un empeoramiento de los síntomas al asumir y mantener una postura erguida. Según las mediciones de las anomalías objetivas en la frecuencia cardiaca y la presión arterial al estar parados. Los signos vitales ortostáticos clínicos, o la prueba de basculación en la posición de Trendelenburg invertida.
Los síntomas ortostáticos, que incluyen aturdimiento, desmayos, aumento en la fatiga, empeoramiento de las funciones cognitivas. Así como los dolores de cabeza o náuseas, empeoran en una postura erguida (parado o sentado) durante la vida cotidiana, y mejoran (aunque no se resuelven necesariamente por completo) al estar acostado.
La intolerancia ortostática es a menudo la manifestación más molesta de la EM/SFC entre los adolescentes.
La frecuencia y gravedad de estos síntomas deben ser evaluadas.
El comité del IOM especificó que “el diagnóstico de EM/SFC debe cuestionarse si los pacientes no tienen estos síntomas al menos la mitad del tiempo con intensidad moderada, considerable o grave”.
Otros síntomas comunes de la EM/SFC
Muchas personas con EM/SFC también tienen otros síntomas. Otros síntomas comunes incluyen:
- Dolor muscular.
- Dolor en las articulaciones sin hinchazón ni enrojecimiento.
- Dolores de cabeza de un tipo, patrón o intensidad no sufrido anteriormente.
- Hinchazón o sensibilidad en los ganglios linfáticos del cuello o de las axilas.
- Dolor de garganta frecuente o recurrente.
- Escalofríos y sudores nocturnos.
- Trastornos visuales.
- Sensibilidad a la luz y al sonido.
- Náuseas.
- Alergias o sensibilidad a alimentos, olores, sustancias químicas o medicamentos.
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