Human Rights Watch informó que la crisis humanitaria de Venezuela está traspasando fronteras, de modo que Latinoamérica debería ejercer presión para que el gobierno del presidente Nicolás Maduro adopte medidas encaminadas a resolver la escasez de medicinas y alimentos causante de que los venezolanos huyan de su país.
El portal de esta organización no gubernamental indica que los afectados por esta crisis están llegando al estado brasileño de Roraima donde buscan ser recibidos como refugiados, mientras otros arriban por atención médica urgentemente o pidiendo trabajo temporal. Al respecto, la ONG advierte:
La migración sin precedentes de venezolanos está poniendo al límite de su capacidad al sistema público de salud de Roraima, que ya estaba saturado, y está colapsando el sistema brasileño de procesamiento de solicitudes de asilo.
El director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, opinó que “tarde o temprano, Brasil y otros gobiernos de la región tendrán que presionar al gobierno de Venezuela para que deje de negar la crisis y adopte medidas adecuadas para solucionarla”.
Los venezolanos que han migrado a Brasil desde 2014 suman cerca de 12 mil, y aunque muchos viven en las calles y en un centro de ayuda en la capital de Roraima, en Boa Vista, los entrevistados por Human Rights Watch han considerado que enfrentan mejores condiciones que en su país natal.
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