El número de padres de familia y de médicos que se muestran reacios a aplicar vacunas a los niños crece considerablemente en diferentes ciudades del mundo.
El caso concreto del estado de California, en Estados Unidos, ha llamado la atención de la prensa especializada, puesto que hace poco más de un año, autoridades de dicha entidad habían anunciado que tomarían medidas severas contra los médicos y padres que eviten la aplicación de vacunas a los niños.
De acuerdo con el diario Hoy Los Angeles, el estado de California implementó hace 12 meses una de las leyes de vacunación más estrictas de Estados Unidos. Incluso amenazaron con retirar la licencia médica a aquellos doctores que comulgaran con las ideas antivacunación.
Sin embargo, como menciona el diario estadounidense, hasta el momento ningún médico ha sido sancionado, quienes han aprovechado esta situación para escribir exenciones inapropiadas e innecesarias para que los niños no reciban las vacunas correspondientes. Estas exenciones incluye a los niños con antecedentes familiares de asma, diabetes, eccema o TDAH.
Médicos antivacunas reciben fuertes críticas
Sobre este tema, la profesora de Derecho de la Universidad de California, Dorit Reiss, afirmó que los médicos antivacunas abusan del poder que les ha otorgado la ley. “¿Es un abuso? Por su puesto que lo es. La ley confirió discreción a los médicos y lógicamente, eso significa que los profesionales de la salud pueden abusar de esa discreción”.
La ley emitida por el estado de California llamada SB 277, obliga a los padres a evitar mencionar creencias religiosas u políticas para no vacunar a sus hijos.
La prensa local menciona que después de que la ley entró en vigor, cientos de padres llevaron a sus hijos a vacunar, lo que incrementó los porcentajes de inmunización. Sin embargo, médicos que están en contra de las ideas antivacuna mencionan que aún hay sectores, como en las escuelas, donde ese número es muy bajo.
En 58 escuelas de California, 10 por ciento o más de los alumnos de educación preescolar presentaron exenciones médicas el otoño pasado. Pero como máximo, el 3 por ciento de las personas podría tener una razón válida para no tolerar las vacunas, como una alergia a la gelatina, o porque están en tratamiento con quimioterapia”, afirmó la Dra. Charity Dean, oficial de salud del condado de Santa Bárbara.