Los diferentes tipos de influenza representan una amenaza constante para la industria médica global. La misma Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que únicamente las epidemias estacionales provocan, año con año, entre 3 y 5 millones de casos con síntomas severos. Ante la falta de una vacuna universal, entre 290 mil y 650 mil de las infecciones resultan en el fallecimiento del paciente.
Debido a las características de estos virus, las soluciones preventivas disponibles frente a la influenza deben de renovarse anualmente para proveer protección óptima; sin embargo, en algunas poblaciones de alto riesgo ni siquiera estos tratamientos pueden hacer más que reducir los síntomas. Por ello, un grupo de científicos ha diseñado una vacuna universal que, además de proporcionar una defensa inmune más prolongada, podría proteger también contra el cáncer.
Publicada a por la Proceedings National Academy of Sciences (PNAS) de los Estados Unidos, esta investigación revela el diseño de una vacuna universal de micropartículas, administrada a través de parches de microagujas solubles, que demostró incrementar sustancialmente la protección inmunológica de ratones frente a la influenza tipo-A en pruebas de laboratorio.
Esta vacuna universal está hecha a partir de nanopartículas de péptidos de doble capa, que activan la respuesta inmunológica de linfocitos B y T. Además, su estructura les permite permanecer un tiempo más prolongado en los nodos linfáticos comparado con las soluciones de antígenos tradicionales. Esta duración superior se correlacionó directamente con una respuesta inmune más duradera y fuerte.
Wang Baozhong, profesor del Instituto de Ciencias Biomédicas de Georgia y autor principal del estudio, aseguró que esta vacuna universal para la influenza tipo-A podría demostrar la eficiencia de los péptidos en el desarrollo de nuevas terapias y sustancias que ataquen a otros patógenos, entre ellos algunas formas de cáncer.
Otra ventaja de estas vacunas universales, además de su eficacia más prolongada y posibles aplicaciones en otras enfermedades, es su facilidad de uso. Los parches de microagujas solubles no requieren de jeringas o ayuda externa para aplicarse, lo que podría aumentar el índice de vacunación al eliminar la necesidad de personal capacitado que lo administre.