Científicos españoles de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid (UVa), desarrollaron una nueva escala que ayudaría a predecir el riesgo quirúrgico en pacientes que padecen isquemia crítica.
Esta nueva escala llamada ERICVA, ayudaría a reducir el número de amputaciones ocasionadas por esta enfermedad, la forma más grave de enfermedad arterial de las extremidades inferiores.
De acuerdo con los investigadores, cuando ocurre isquemia crítica, el tratamiento más recurrente es la revascularización, una técnica que no siempre se puede aplicar a todos los pacientes debido a que el estado de salud de algunos de ellos puede ser demasiado frágil como para soportar una intervención de estas características, lo que podría ocasionar más riesgos que beneficios.
Este tratamiento puede ser favorable cuando las lesiones no son muy avanzadas. Pero si es muy grave, o el paciente está a punto de sufrir una gangrena, los médicos deben pensar en na alternativa que permita mejorar el flujo sanguíneo hacia la parte afectada, quizá colocando tubos a manera de bypass”, explicó Carlos Vaquero Puerta, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular de la UVa.
Ante la complejidad de saber qué pacientes sufren isquemia crítica de las extremidades inferiores y quiénes pueden beneficiarse de la revascularización, los investigadores desarrollaron una nueva escala (ERICVA) que presenta una puntuación de riesgo simplificada que utiliza parámetros sencillos.
Descubrimos una serie de parámetros básicamente biológicos que nos ayudarían a valorar la situación de los pacientes. De esta forma es más fácil saber si pueden someterse al tratamiento de revascularización o no.
Para ello, los investigadores realizaron un estudio observacional retrospectivo de pacientes cometidos a revascularización entre 2005 y 2010. Los expertos seleccionaron 672 casos que fueron vigilados un promedio de 778 días. Tras finalizar el estudio, observaron que la supervivencia libre de amputación fue del 84.8 por ciento a los 30 días y del 63.1 por ciento en un año.
Posteriormente, los científicos eligieron un número de variables relacionadas con la muerte o la amputación para desarrollar a escala ERICVA que consta de cinco elementos: recibir diálisis, haber tenido cáncer en los cinco años anteriores, un nivel de hematocrito inferior al 30 por ciento, una proporción de neutrófilos/linfocitos mayor a cinco y hallarse en la categoría 6 de la clasificación de Rutherford para la enfermedad arterial periférica.
La escala ERICVA posee una buena capacidad predictiva que nos permite determinar el fallecimiento o amputación en el ámbito clínico, la cual ofrece mejores resultados que la puntuaciones de otras escalas como PREVENT III y Finnvasc.
Para una mejor difusión a nivel internacional de esta nueva escala, los investigadores ofrecieron los resultados de su trabajo en la revista European Journal of Vascular and Endovascular Surgery.