La relación entre la Covid-19 y el desarrollo de problemas cardíacos es cada vez mayor. Desde que empezó la pandemia más grave del último siglo se han realizado distintas investigaciones para ahondar en el tema y ya se tienen los primeros resultados. Ahora es momento de conocer lo que se ha obtenido.
Cuando empezó la emergencia sanitaria se creía que el virus SARS-CoV-2 sólo afectaba las vías respiratorias pero hoy se sabe que no es así. A partir de la evidencia más reciente se ha podido comprobar que en realidad su impacto se extiende a todo el cuerpo.
Covid-19 y problemas cardíacos
De acuerdo con un estudio reciente publicado en el European Heart Journal Cardiovascular Imaging, los pacientes infectados con las Variantes Beta y Delta de la Covid-19 y aquellos que requirieron hospitalización por esta infección tienen más probabilidades de experimentar problemas cardíacos asociados. Mientras que las personas que se recuperaban de la Variante Ómicron tienen menos probabilidades de tener una afectación microvascular.
“Estos nuevos datos amplían nuestra comprensión de la reserva de flujo miocárdico como un marcador de prognosis importante tanto en general como específicamente para la Covid-19”, apunta el Dr. Mouaz Al-Mallah, autor del estudio y director de PET cardiovascular en el Hospital Houston Methodist.
Con esto se confirma que la Variante Ómicron es más infecciosa aunque su impacto y consecuencias a largo plazo son menores en comparación con otras como las Variantes Beta y Delta.
El especialista agrega que es una buena noticia para las personas que se infectaron con la Variante Ómicron y están preocupadas por el Covid prolongado. Por su parte, los pacientes con síntomas persistentes como dolor en el pecho o dificultad para respirar después de una infección grave pueden hacerse una tomografía por emisión de positrones con evaluación del flujo sanguíneo para detectar alguna disfunción microvascular.
¿Qué es el Covid prolongado?
El Covid prolongado o persistente se refiere a la enfermedad cuando se mantiene en el paciente por un tiempo indeterminado. Hasta el momento se ha detectado que las secuelas se pueden prolongar hasta por cuatro meses después de haber sido dado de alta de un hospital.
El estudio también encontró que la disfunción microvascular comenzó a observarse con menos frecuencia después de nueve meses a un año después de la infección, lo que sugiere que este tipo de anomalía podría ser reversible.
Nuevas recomendaciones médicas
Las pautas de exploración PET de la Sociedad Americana de Cardiología Nuclear ahora recomiendan incluir la evaluación del flujo sanguíneo de forma rutinaria.
El año pasado, el Dr. Al-Mallah y su equipo publicaron un estudio inicial en JACC: Cardiovascular Imaging que examina la salud de la microvasculatura del corazón en 393 pacientes, incluidos 101 con infección previa por Covid-19 que tenían síntomas persistentes.
Este fue el primer estudio publicado que vincula la reducción de la reserva de flujo sanguíneo en el corazón con COVID-19.
Con más de 600 millones de casos confirmados y más de siete millones de muertes, la pandemia de COVID-19 ha dejado una marca duradera en el mundo. Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso fin a la declaración de emergencia sanitaria mundial en mayo pasado, el Covid prolongado sigue siendo en gran medida un misterio y debe seguir siendo estudiado.
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