Por las últimas décadas, han sido pocas las ocasiones en las que la religión y la medicina se cruzan fuera de las disciplinas de cuidados alternativos. Sin embargo, una nueva investigación apunta que los hombres judíos ortodoxos podrían tener una mejor salud cardiovascular gracias a sus creencias. En particular, son menos propensos a ataques cardiacos.
Un nuevo estudio, publicado en el American Journal of Physiology-Heart and Circulatory Physiology, apunta que una costumbre judía ortodoxa conocida como el tefilín reduce la incidencia de ataques cardiacos en hombres. De acuerdo con Jack Rubinstein, del Colegio de Medicina de la Universidad de Cincinnati y miembro del equipo de investigación, apunta que esta tradición se realiza de forma casi diaria por todos los hombres seguidores de esta fe mayores de 13 años.
El tefilín es una práctica donde se envuelve el brazo no dominante con listones de cuero para las oraciones matutinas. Los lazos se deben ceñir alrededor del antebrazo y el bíceps de forma ajustada. Estos rezos se realizan casi diario y duran alrededor de 30 minutos. Además, como hay que sentarse y pararse intermitentemente, generalmente se deben volver a apretar los nudos. Muchas veces, esta práctica puede resultar en una sensación de dolor intenso, que a su vez puede proteger de ataques cardiacos.
Dicho dolor sirve como estímulo de precondicionamiento para proteger en contra de las lesiones isquémicas agudas por reperfusión típicas de los ataques cardiacos. Rubinstein también afirmó que los hombres judíos que realizaban esta costumbre diariamente tenían un menor nivel de citocinas en la sangre, que pueden causar inflamación y afectar negativamente al corazón.
Los expertos responsables del estudio afirmaron que la protección ante ataques al corazón por precondicionamiento ya era un fenómeno conocido gracias a pruebas en animales. Sin embargo, afirmaron que a menos que las personas estén dispuestas a realizar una actividad diaria de forma consistente (como lo es el tefilín), los beneficios que se pueden obtener de estos resultados son prácticamente nulos para la práctica médica cotidiana.