El interés por la cirugía estética está en auge. Tanto hombres como mujeres se someten al quirófano para arreglar la papada caída, las patas de gallo e incluso los muslos.
Los llamados “cambios de imagen para mamás”, abdominoplastias combinadas y levantamientos de senos, nunca han estado tan de moda, y no solo entre las celebridades de Hollywood.
Desafortunadamente, la creciente demanda ha sido satisfecha con un marcado aumento en los procedimientos fallidos gracias a profesionales no calificados. Por lo tanto, es imprescindible encontrar un cirujano acreditado y con experiencia como primer paso. Sin embargo, no es lo único que deberíamos tener en cuenta.
A continuación te mostramos algunos puntos que debes tener en cuenta antes de decidir someterte a una cirugía estética
Ten expectativas realistas
Si bien la cirugía estética puede mejorar la apariencia y aumentar tu confianza, no te brindará una mejor relación, un trabajo mejor pagado o una vida más satisfactoria. Pero si tu objetivo es corregir una nariz aguileña, tensar un mentón suelto o levantar los senos después de amamantar, es probable que estés satisfecho con los resultados, siempre que hagas tu tarea primero.
Verifica las calificaciones de los cirujanos
Un número creciente de obstetras/ginecólogos, médicos de medicina interna e incluso cardiólogos realizan procedimientos cosméticos. Si tu cirujano seleccionado no está certificado por la junta en cirugía plástica, o en el procedimiento que desea realizar, sigue buscando.
Evaluar la instalación
Además de verificar las credenciales de su médico, asegúrate de que el procedimiento se realice en un centro acreditado, como un hospital o centro médico. Un centro comercial, un edificio de oficinas o una casa privada (como una fiesta en una casa de cirugía estética) no están equipados para abordar adecuadamente las posibles complicaciones.
Considera el tiempo
A menos que vayas a someterte a un procedimiento facial (como una rinoplastia o una cirugía de nariz), considera esperar para someterte a una cirugía que involucre el abdomen, sobre todo si consideras tener bebés. Para obtener los mejores resultados, espera hasta que hayas terminado de amamantar a tu último bebé para morder, acomodar y levantar las partes que se caen durante el embarazo.
No minimice el riesgo
Si bien la cirugía plástica es un procedimiento electivo, no está exenta de riesgos. Ya sea que tu procedimiento requiera anestesia general (una combinación de medicamentos y gases que lo ponen a dormir) o sedación local, ese paso conlleva sus propios riesgos, que discutirás con el médico de antemano. Las complicaciones quirúrgicas también son posibles, como infección, separación de la herida y la imposibilidad de lograr el resultado deseado.
Considere las opciones no quirúrgicas
Aunque los procedimientos no invasivos también conllevan algunos riesgos, es posible que desees considerar una solución temporal antes de optar por una solución permanente. Sin embargo, las opciones temporales (el ejemplo clásico son los rellenos) pueden ser más costosas a largo plazo que un viaje al quirófano.
Pensar en el futuro
Por último, nuestros cuerpos cambian constantemente, por lo que es razonable suponer que es posible que desees procedimientos adicionales dentro de cinco o diez años. Dicho esto, no querrás quedar atrapado en un ciclo de tratar de lucir “perfecto”.
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