Científicos han conseguido convertir una hoja de espinaca en tejido humano del corazón funcional, con todo y venas capaces de transportar sangre.
La investigación realizada por el Instituto Politécnico de Worcester en Estados Unidos y que forma parte de la llamada ingeniería de tejidos, ha aprovechado el pequeño sistema de venas que existe en las plantas para crear el tejido que podría venir a revolucionar la forma en que se tratan los órganos dañados.
La finalidad de este nuevo concepto de medicina regenerativa consiste en crear tejido humano a gran escala en el laboratorio, pero sin un sistema vascular que lleve la sangre, gran parte del tejido muere. Para evitar que el tejido muera, los científicos tomaron una hoja de espinaca y le removieron las células de planta, dejando un marco hecho de celulosa.
La celulosa es biocompatible y ha sido usada en una amplia variedad de aplicaciones de medicina regenerativa, como la creación de tejido de cartílago, ingeniería de tejido óseo y sanación de heridas.
Para acceder a la estructura vascular de la espinaca, el equipo circuló una solución detergente a través de las hojas para eliminar las células de planta en un proceso llamado descelularización. Cabe señalar que el experimento se realizó en otros alimentos, sin embargo el alta concentración de venas de las espinacas es similar al del tejido cardiaco del ser humano.
Después bañaron el marco de celulosa restante en células humanas vivas y éstas crecieron en las diminutas venas de la hoja. Inmediatemente enviaron fluidos y microperlas a través del mini corazón y fluyó a la perfección.
Esperamos que eventualmente, esta misma técnica pueda ser utilizada para crecer capas de músculos sanos de corazón y así tratar a pacientes que hayan sufrido de infartos. Aún queda mucho pero hacer, pero hasta ahora es muy prometedor,” declaró Glenn Gaudette, coautor del estudio.
Los resultados fueron publicados en el diario Biomaterials.