Un tema del que se ha hablado mucho es acerca del consumo desmedido de antibióticos, el cual se ha generado tanto por el caso de los médicos que prescriben de manera errónea pero también ha sido causado por los pacientes que se automedican en lugar de consultar a un profesional, lo cual en conjunto ha sido un factor determinante para el desarrollo de la resistencia bacteriana.
De esta manera, la revista especializada PNAS publicó los resultados de un estudio que muestra la evolución y el cambio del consumo de antibióticos del año 2000 al 2015 y el cual arrojó que se incrementaron en 65 por ciento las dosis diarias de medicamentos y respecto a la tasa de consumo se observó un aumento del 39 por ciento, lo cual ha llevado a prever que para el 2030 el consumo de antibióticos a nivel global podría incrementarse hasta en un 200 por ciento.
De manera más específica, el trabajo muestra que actualmente los países que presentan mayor consumo de antibióticos por habitante son Turquía, Túnez y España, lo cual resulta preocupante por todos los efectos dañinos a la salud que genera el uso en exceso de medicinas; en cambio, en Noruega, Suecia y Suiza es donde se ha logrado racionar de mejor manera los medicamentos y por lo tanto son quienes presentan menor riesgo de resistencia bacteriana.
Por su parte, estos resultados resultan alarmantes si se considera que previamente la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un reporte en el que se estima que para el año 2050 la resistencia bacteriana se convierta en la primera causa de muerte en el mundo con 10 millones de fallecimientos cada año.