Un tema bastante controvertido en nuestro país es la verdadera utilidad de los consultorios anexos a farmacias, los cuales han mostrado un aumento exponencial a lo largo de las últimas dos décadas e inclusive un análisis reciente mostró que ya ofrecen más consultas al día que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Al respecto, mientras que en el 2010 existían 4 mil 370 consultorios de este tipo en todo el territorio nacional, para el 2017 la cifra se había incrementado a más de 13 mil y en la actualidad ya son más de 15 mil los que ofrecen servicio a los pacientes.
En primera instancia, este tipo de negocios están dirigidos a las personas de bajos recursos o que no están afiliadas al IMSS o el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), por lo que se puede pensar que son una alternativa para los que cuentan con menos recursos económicos.
Por otra parte, son varios los médicos que han expresado su disgusto hacia los consultorios anexos a farmacias por considerar que denigran a la profesión, además de que en muchos establecimientos los galenos no cuentan con verdaderas garantías laborales como antigüedad, prestaciones y aguinaldo.
¿Lo barato sale caro?
Finalmente, debido al uso y recomendación de medicamentos genéricos que se hacen en este tipo de consultorios, las quejas son todavía mayores porque a pesar de ser opciones económicas para los pacientes, su efectividad no suele ser la misma y por lo regular se requieren de mayores dosis, lo que al final fomenta la resistencia bacteriana.
Y en tu experiencia como médico, ¿qué opinas de los consultorios anexos a farmacias?