El tratamiento psicoanalítico fue una categoría que inauguró el investigador Sigmund Freud a través de su trabajo donde identificó una serie de elementos en torno a lo que denominó la cura hablada en sus textos Sobre la Interpretación de los Sueños, principalmente.
En ese tiempo, Freud no contaba con las herramientas metodológicas y de tecnología avanzada con la que se desenvuelven los profesionales de la salud en el tratamiento de las patologías mentales de la actualidad. Por esa razón, el equipo editorial de Saludiario ha preparado una recopilación con las principales consideraciones que el médico neurólogo de origen austriáco dejó para el especialista en esta importante área de la Medicina.
Consejos para el tratamiento psicoanalítico
a) Identifica los momentos.
Cuando se tiene que analizar diariamente a siete u ocho enfermos, el rendimiento mnémico conseguido por el médico ha de despertar la admiración de los profanos -cuando no su incredulidad- y, desde luego, su curiosidad por conocer la técnica que permite dominar un material tan amplio, suponiendo que habrá de servirse de algún medio auxiliar especial.
b) Rechaza todo medio auxiliar.
Incluso, la mera anotación. Consiste simplemente en no intentar retener especialmente nada y acogerlo todo con una igual atención flotante. Nos ahorramos de este modo un esfuerzo de atención imposible de sostener muchas horas al día y evitamos un peligro inseparable de la retención voluntaria, pues en cuanto esforzamos voluntariamente la atención con una cierta intensidad comenzamos también, sin quererlo, a seleccionar el material que se nos ofrece: nos fijamos especialmente en un elemento determinado y eliminamos en cambio otro, siguiendo en esta selección nuestras esperanzas o nuestras tendencias.
c) Evita el prejuicio
Si al realizar tal selección nos dejamos guiar por nuestras esperanzas, correremos el peligro de no descubrir jamás sino lo que ya sabemos, y si nos guiamos por nuestras tendencias, falsearemos seguramente la posible percepción. No debemos olvidar que en la mayoría de los análisis oímos del enfermo cosas cuya significación sólo a posteriori descubrimos.
d) Ubícate en tu justa medida
Si el médico se conduce diferentemente, anulará casi por completo los resultados positivos obtenidos con la observación de la «regla fundamental psicoanalítica» por parte del paciente. La norma de la conducta del médico podría formularse como sigue: Debe evitar toda influencia consciente sobre su facultad retentiva y abandonarse por completo a su memoria inconsciente. O en términos puramente técnicos: Debe escuchar al sujeto sin preocuparse de si retiene o no sus palabras.
e) Precisa el detalle no sujeto a perturbación médica
En estos recuerdos (los más profundos) muy pocas veces se comete algún error, y casi siempre en detalles en los que el médico se ha dejado perturbar por la referencia a su propia persona, apartándose con ello considerablemente de la conducta ideal del analista. Tampoco suele ser frecuente la confusión del material de un caso con el suministrado por otros enfermos. En las discusiones con el analizado sobre si dijo o no alguna cosa y en qué forma la dijo, la razón demuestra casi siempre estar de parte del médico.
f) El psicoanálisis
La conducta más acertada para el psicoanálisis consistirá en pasar sin esfuerzo de una actitud psíquica a otra, no especular ni cavilar mientras analiza y espera a terminar el análisis para someter el material reunido a una labor mental de síntesis.
Referencia bibliográfica: FREUD, Sigmund. Obras completas [en línea] Amorrortu 1911 – 1913 [fecha de consulta: 30 de mayo de 2017] Disponible aquí.
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