¿Haz notado un incremento gradual de los pacientes de la tercera edad en tu consultorio? Algunos estudios mencionan que este sector forma un grupo cada vez más frecuente e importante para las instituciones médicas. Como tal, tratar con ellos es crucial para asegurar su satisfacción y por supuesto, su lealtad.
Por lo tanto, es importante que el médico invierta tiempo y esfuerzo en una atención humanizada en los pacientes de la tercera edad.
¿Qué es la atención humanizada?
Con lo agitado del día, es normal que los profesionales de la salud tiendan a realizar un servicio más mecanizado. Sin embargo, una atención más humanizada permite crear una relación más cercana y cuidadosa con los pacientes y este factor hará la diferencia a largo plazo.
De esta forma, los pacientes de la tercera edad tienden a estar aún más sensibilizados en cuanto al cuidado de su propia salud. Por eso, empatía, atención, diálogo y cuidado aparecen como factores aún más relevantes para una buena experiencia a cada atención.
Por tal motivo te presentamos algunos consejos para ofrecer un mejor servicio a los pacientes de la tercera edad.
Comunícate de forma clara y atenta
Por lo general, los pacientes de la tercera edad tienen un poco más de dificultad para absorber e interpretar información o instrucciones, ocasionado en parte por la pérdida auditiva.
Por lo tanto, es necesario priorizar una comunicación más clara, simple y cuidadosa. Lo que significa, entre otras cosas, estar dispuesto a repetir y repasar la información de formas diferentes.
Ofrece más de lo que ellos esperan
Muchas personas de la tercera edad dan mucha importancia a los detalles. Por eso, entregar más de lo que esperan contribuye tanto a la humanización de la atención como a la reputación de tu consultorio.
Por ejemplo, crear condiciones para que un empleado acompañe a un paciente con dificultades para caminar, de la puerta de entrada a la sala de espera o al consultorio, hace la diferencia. Es una conducta que suele ser notada por quien recibe esa ayuda y también por las personas que están presentes.
En los casos de pacientes recurrentes, una breve conversación sobre asuntos de interés puede hacerlos sentirse aún más respetados e, incluso, queridos.