Las redes sociales y la medicina han chocado, y es posible que no haya vuelta atrás.

Los departamentos de salud, las clínicas y los médicos están aprovechando las plataformas sociales para campañas de salud, educación médica y vigilancia de brotes de enfermedades. Las herramientas sociales facilitan la difusión de información sobre salud a un público amplio, combaten la desinformación y brindan orientación sobre salud pública.

Por lo tanto, aquí hay algunas pautas sobre cómo usar las redes sociales como médico.

Centrarse menos en los seguidores

El éxito en las redes sociales significa miles y miles de seguidores, ¿verdad? Según un artículo de Forbes, no exactamente. Los seguidores pueden ayudarte a ganar influencia, pero es mejor concentrarte en estos dos objetivos:

Educar e interactuar con los pacientes

Debes tratar de responder las preguntas que los pacientes publican en las redes sociales (mientras se abstienen de brindar consejos médicos). La mayoría de las cuales se relacionarán con afecciones y tratamientos.

Promocionar tu práctica y tu personal.

Utiliza tus plataformas para establecer la autoridad médica y la confianza expresando empatía e interactuando con los pacientes de una manera que resuene con ellos.

Si bien está bien hacer un seguimiento del tráfico y participación, puedes cumplir objetivos como mantener una buena reputación de marca e interactuar con tus pacientes, incluso si solo está llegando a un pequeño número de personas.

Un artículo publicado en Family Practice Management en 2020 señala que la educación del paciente puede tomar la forma de publicaciones sobre el estado físico y el bienestar general, o compartir noticias y artículos de investigación. Una presencia positiva en las redes sociales puede ayudar a tu práctica, especialmente cuando un paciente realiza una búsqueda en línea antes de programar una cita.

Conoce los límites

Piensa en las redes sociales como una conferencia o un evento de networking, en el que sus compañeros, modelos a seguir y pacientes están en la mezcla. En este escenario, hay muchas oportunidades para impulsar sus conexiones y relaciones. Pero existen ciertos límites que los médicos deben mantener.

Abstenerse de ofrecer consejos médicos específicos a personas en las redes sociales. Incluso puede valer la pena decirles explícitamente a tus seguidores que esto no es algo que harás nunca. Muchos médicos incluyen un descargo de responsabilidad en sus perfiles para minimizar la confusión.

También debes tener mucho cuidado al publicar sobre tus pacientes. Considere si una publicación podría invadir la privacidad de un paciente. Si compartes detalles de un caso específico (incluidos medios como fotos o videos), siempre debes buscar el consentimiento informado y, en algunos casos, hacer que el paciente firme un comunicado de prensa.

Mantenlo profesional

Las redes sociales se han convertido en una excelente forma para que los médicos se conecten entre sí. Los médicos ahora tienen formas de interactuar informalmente con subespecialistas, y las plataformas han brindado oportunidades para conferencias virtuales con médicos de todo el mundo. Las redes sociales también son una excelente manera de defender las causas sociales que afectan la salud del paciente y el bienestar del médico. Para los médicos, esto puede significar compartir historias cotidianas sobre su trabajo o ayudar a movilizar a las comunidades para influir en las políticas de salud pública.

Si bien puede ser apropiado adoptar un tono informal en las redes sociales, siempre debe tratar de mantener su conducta profesional. Parte de esto implica ser selectivo sobre con quién interactúas y cómo abordas las nuevas oportunidades de conexión. Considera cuidadosamente a quién sigues y quién es “amigo” en tus plataformas, especialmente si estas personas son pacientes.

Los médicos que utilizan plataformas de redes sociales corren el riesgo de difuminar las líneas divisorias entre su vida profesional y personal, por lo que es fundamental pensar detenidamente sobre cómo se presentan en línea.

Quizás lo más importante es que los médicos siempre deben verificar la precisión de cualquier información que compartan en sus feeds. Incluso los profesionales de la salud pueden ser vulnerables a la información errónea y, como autoridades de salud pública, es vital que los médicos se aseguren de no compartir declaraciones o estadísticas sin referencias ni verificaciones.

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