La existencia del COVID-19 en el mundo durante el 2020 hizo que nuestra rutina se viera completamente modificada y la adaptación de la población ante la situación ha sido de todo tipo, desde preocupación e incertidumbre hasta el entendimiento y autoconocimiento y modificación de nuestro comportamiento ante una situación complicada.
Durante el 2021 la situación ha ido cambiando, todo se ha ido regulando, pero, sobre todo, adaptando nuevamente, pues durante mucho tiempo se habló de una “nueva normalidad” y, resaltando este último punto… ¿estamos verdaderamente listos para vivirla?
Esta pregunta está enfocada a que, en México, el cambio de semáforo ha implicado que las personas se confíen y que incluso lleguen a olvidarse de las medidas de prevención ante el virus, sin embargo, existen dos caras de la moneda, pues por el otro lado, tenemos a quienes se mantienen con todas las medidas e incluso en confinamiento.
Tomando en cuenta lo que sucede en nuestro país, es importante analizar lo que el consumidor siente con respecto a todo esto y saber cómo el impacto de la pandemia puede modificar la manera en la que se percibe la salud y eso, nos compete completamente a quienes somos parte de la industria farmacéutica.
A pesar de que el panorama parece favorable, para la población existen distintos puntos de vista en cuanto a cuidado y prevención.
Las consecuencias que más preocupan a la población son las del mercado de trabajo y económicas. Para quien ha padecido COVID-19 ha tenido mayor impacto económico negativo, por lo que se han reducido costos como consecuencia de la pandemia.
Existe una alta preocupación por contagio personal y a su vez de la familia, por lo que se mantienen con medidas de cuidado y prevención. Las preocupaciones son mayores entre el grupo de vacunados únicamente baja el temor a contraer la enfermedad y el grupo sin intención de vacunarse son quienes tienen las menores preocupaciones.
Lo que es un hecho es que los consumidores concuerdan en que después del COVID-19 se ocuparán más de su salud, aumentando sus visitas al médico para consultas preventivas y de rutina. Especialmente los que ya fueron vacunados.
Finalmente, podemos decir que “estar listos” para una nueva normalidad, no es necesariamente el término que debemos utilizar, puesto que la división ante la situación es notoria. Sin embargo, sí existe un nivel de consciencia mayor respecto al tema de salud en México, situación que beneficia y aporta a un mejor cuidado y manejo de la información para que, quienes requieran acudir a la misma, puedan obtener respuestas que beneficien su salud y mejoren la situación.
Fuentes:
IQVIA