Todos los profesionales de la salud tienen una gran responsabilidad con sus pacientes, pues además de ofrecerles un buen servicio médico, deben aprender a tratarlos con educación, concepto que, al depender de la percepción del paciente, puede verse afectado de manera súmamente sencilla.
El trato personal y cordial garantiza la mayoría de las veces que tus pacientes se sientan satisfechos con tu servicio. Es aquí en donde el médico puede hacer la diferencia entre la fidelización y el olvido, para que el paciente regrese una vez más o busque otra opción.
A propósito de lo ya mencionado, te presentamos cinco reglas del médico educado para ganarse la confianza del paciente.
El médico siempre debe saludar
- Recibe a tu paciente con un agradable saludo. No seas descortés y despídete de él de la misma manera. No olvides llamarlo por su nombre.
Mantén la cordialidad
- Algunas veces los pacientes no regresan porque opinan que el trato del médico fue indiferente y frío. Así que no olvides ofrecer a tus pacientes una atención amable, cordial y agradable.
No los hagas esperar mucho
- Sabemos que las necesidades de cada paciente son diferentes. Si te encuentras atendiendo una llamada o llevas mucho tiempo con un paciente, sé cortes y pide a tu asistente que informe a la próxima persona que en cuanto puedas, lo atenderás.
Comprométete con tus pacientes
- Si prometes a tu cliente que le llamarás por teléfono o que le mandarás un correo electrónico para darle seguimiento a su caso, cúmpleselo. Sabes bien que una promesa que no se cumple puede ocasionar que tu paciente deje de confiar en ti.
Respetar la opinión de tu paciente
- Si a tu paciente no le gustó el servicio que le ofreciste lo peor que puedes hacer es enojarte y discutir con él. Recuerda que en este tipo de situaciones lo mejor será que te manejes con amabilidad y abierto al diálogo.