Si hay algo que puede estresar a alguien es convertirse en cuidador de otra persona (sobre todo si esta no es tu profesión) y es que el cuidado de un ser querido llega a poner a prueba incluso a las personas más pacientes. Si en algún momento acude a tu clínica un paciente con estrés y quieres identificar a qué se debe, a continuación te vamos a ofrecer algunas de las claves que, desde Mayo Clinic, ofrecen para identificar, entre tus pacientes, a quienes sufren el estrés del cuidador.
Lo que está claro es que a medida que la población envejece, cada vez son más las personas que, sin ser profesionales de la salud, proporcionan cuidados. Esto es lo que se conoce como cuidador y se puede definir, según esta web como “una persona que brinda ayuda a otra que lo necesita, como un cónyuge o pareja enfermo, un niño discapacitado o un pariente anciano”.
Los cuidadores no se identifican a sí mismo como “cuidadores”
Sin embargo, los familiares que están cuidando activamente a un anciano, a menudo, no se identifican a sí mismos como “cuidadores”, por lo que reconocer esta función puede ayudar a los cuidadores a recibir el apoyo que necesitan.
Aunque genera estrés, cuidar a una persona enferma tiene sus recompensas y para la mayoría de los cuidadores es un valor esencial y supone un cambio en los roles y en las emociones. Eso sí, el estrés del cuidador es muy común y es por eso por lo que es normal sentirse frustrado, enojado, exhausto, solo y triste.
Pero, ¿Cómo puedes experimentar entre tus pacientes a quienes sufren el estrés del cuidador? Básicamente, puedes fijarte en algunos factores de riesgo que determinarán si ese paciente sufre estrés del cuidador o no, entre los que destacan los que a continuación te mostramos:
- Tener menos años de educación formal.
- Ser de sexo femenino.
- Aislamiento social.
- Vivir con la persona que está cuidando.
- Falta de capacidad de afrontar una situación compleja y dificultad para la resolución de problemas.
- Mayor número de horas dedicadas a cuidar una persona.
- No tener otra opción más que ser un cuidador.
Presentan problemas en su salud y bienestar
Además, los cuidadores suelen estar tan concentrados en su ser querido que no se dan cuenta de que su propia salud y bienestar están en riesgo, por eso es muy importante que, como profesional, prestes atención a algunos de esos signos que presenta este cuidador con estrés para intentar ayudarle desde tu consulta.
- Subir o bajar de peso.
- Sentir cansancio gran parte del tiempo.
- Sentirse abrumado o constantemente preocupado.
- Perder el interés en actividades de las que antes disfrutaba.
- Irritarse o enojarse con facilidad.
- Tener dolores de cabeza frecuentes, dolor corporal u otros problemas físicos.
- Consumir alcohol o drogas en exceso, incluso medicamentos recetados.
- Material dirigido solo a profesionales de la Salud
- Información realizada para profesionales de la salud en territorio peruano.
- Todo lo publicado en la plataforma es una recomendación, más no una prescripción o indicación médica