Además de proteger ante embarazos no deseados, el condón es también la mejor barrera para evitar Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). Sin embargo, su uso no es tan común ni efectivo como podría ser ya que para muchos usuarios la experiencia de las relaciones sexuales se ve interrumpida o disminuida si el preservativo no está correctamente lubricado.
Con este reto en mente, un grupo de investigadores de la Universidad de Boston ha desarrollado un condón que, en lugar de venir preparado desde el empaque, es capaz de lubricarse automáticamente al entrar en contacto con los fluidos de genitales femeninos. Esta nueva tecnología está descrita en un estudio publicado en la revista Royal Society Open Science.
De acuerdo con los expertos, los preservativos masculinos tradicionales tienden a perder su sensación resbalosa rápidamente durante el coito, lo que reduce el placer de la pareja (lo que a su vez podría desincentivar su uso) e incluso incrementa el riesgo de un deterioro en el látex que termine or romper la protección. Por el contrario, su condón autolubricante podría ser viable por hasta mil empujes (el doble del requerido en una copulación promedio) antes de desgastarse.
Mark Grinstaff, miembro del Departamento de Química de la Universidad y parte del equipo responsable de esta innovación, aseguró que su condón fue probado por 33 hombres y mujeres. La amplia mayoría de los participantes consideró que este nuevo preservativo tenía una sensación resbalosa más agradable que otras opciones, incluso después de aplicar lubricante adicional.
Grinstaff señaló que, antes de poder comercializar esta tecnología, se necesitan realizar más pruebas para confirmar si el condón tiene un desempeño similar en un entorno cotidiano y si podría competir contra otras marcas comerciales. El experto anunció que su equipo pretende comenzar la experimentación clínica con parejas a partir del próximo año.
En 2017, la utilización del condón en México era menor del 40 por ciento entre los jóvenes mexicanos, incluso cuando nueve de cada diez estaban conscientes de su potencia para evitar ITS y embarazos no deseados. Entre las razones, se señaló su relativamente alto costo, la vergüenza de adquirirlos en las farmacias y los mitos que rodean su uso.