Mientras que apenas hace unas semanas te informamos que los científicos James P. Allison y Tasuku Honjo obtuvieron el Premio Nobel de Medicina 2018 por su investigación que muestra la manera en que se puede modificar al sistema inmunológico de pacientes con cáncer para diseñar tratamientos más efectivos, pero la realidad es que las investigaciones no se detienen y para la edición del 2019 existe la posibilidad que un mexicano se encuentre entre los nominados.
Aunque para algunos pueda parecer algo apresurado, en realidad se trata de una investigación que puede tener consecuencias mayúsculas porque plantea la posibilidad de reducir las muertes que se presentan por infartos en todo el mundo. En este caso, el trabajo fue encabezado por Alejandro Cabrera, microbiólogo originario de Oaxaca pero que estudió en Europa gracias a una beca.
Investigación prominente
Como parte de su investigación, el mexicano identificó que el ARN del núcleo de las células no sólo contiene la información genética sino que también puede transmitir patologías, siendo lo más importante que se trata del responsable de que ocurran los infartos.
Una vez identificado lo anterior, Cabrera se enfocó en desarrollar un tratamiento par evitarlos, lo que lo llevó a diseñar un método basado en un instrumento médico tan sencillo y común como el baumanómetro. Lo que descubrió fue que si al sentir el dolor del brazo previo al infarto se emplea el instrumento durante una cierta cantidad de tiempo y repeticiones, el organismo comienza a destruir las moléculas patológicas que producen el infarto de manera automática.
Si se considera que el infarto agudo al miocardio es la primera causa de muerte a nivel mundial, las implicaciones del trabajo son tan grandes que por eso algunos especialistas han considerado que la investigación es una fuerte candidata para aparecer entre las nominadas del Premio Nobel de Medicina del próximo año.