Autoridades del Hospital Psiquiátrico de Parras (HPP), Coahuila, dieron a conocer que, como parte de los trabajos de actualización que se sufrirán este 2018, se llevará a cabo una serie de recortes al presupuesto en relación con los años anteriores.
En esa tesitura y conforme a la redacción de un artículo publicado por la cadena de noticias del periódico El Diario de Coahuila, la nueva administradora del HPP, la Dra. Jéssica Martínez Perales aplicó desde finales del año pasado una política de “extrema austeridad” que tiene como objetivo reducir el gasto público destinado a la compra de insumos farmacológicos, material de curación, instrumentos de uso diario (como jeringas, alcohol y algodón). Una situación que entorpecido la albor médica en el sanatorio, según informaron médicos que prefirieron mantenerse en el anonimato para salvaguardar su identidad.
Esta situación se la hemos dado a conocer al director Hugo Rivera, pero él señala que todo depende de la administración de recursos del Instituto de Servicios de Salud Rehabilitación y Educación Especial e Integral del Estado de Coahuila (ISSREEI), órgano administrativo de la Secretaría de Salud, y contra eso no podemos hacer nada, por lo que hemos pensado en decirle lo que está ocurriendo al propio gobernador Miguel Ángel Riquelme cuando venga a Parras.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se registra el deceso de cerca de 800 mil pacientes psiquiátricos debido a la consumación de alguna modalidad del suicidio. Una condición patológica que en la mayor parte de los casos se suscita por la manifestación de un cuadro asociado a algunas de las diferentes enfermedades mentales que existen.
Afecciones que en el año 2013 provocaron la muerte de cuatro mil 213 mexicanos. Una valuación diametralmente distante de Estados Unidos, que registró el deceso de 156 mil 415 pacientes, pero que deja ver la importancia de habilitar mecanismos que amparen a los profesionales de la salud especialistas en esta área para un adecuado control de la enfermedad que aqueja al paciente.
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