Un buen profesional de la salud debería aspirar a crear un entorno de confianza en su centro médico. Con sus colaboradores, permite que todo el equipo trabaje para mejorar la experiencia de las personas. Y hacia los pacientes, intensifica elementos como la adherencia al tratamiento y el cuidado de la salud. Debido a su complejidad, este valor se construye en 3 pilares específicos:
1Confianza y relaciones positivas
Este pilar se refiere a la capacidad de un líder para interactuar con las personas a su alrededor. Dentro del sector salud, implica crear conexiones significativas con sus colaboradores y pacientes. Como se trata de un elemento social, recae significativamente en percepciones subjetivas. Por ejemplo, lo que una persona entiende por carisma, amabilidad y educación.
Una persona que inspira confianza está en sintonía con las preocupaciones e intereses de los demás. Además, procurar crear cooperación en un equipo y procura que los resultados beneficien a la mayoría. No solo aspira a resolver conflictos, sino que además valora la retroalimentación.
2Experiencia y calidad de conocimiento
La confianza también se ve determinada por la educación e inteligencia. Esto es particularmente cierto en el sector salud. Colaboradores y pacientes se sentirán más cómodos cuando la persona al mando sabe lo que hace. Este pilar abarca tanto la capacidad técnica como el historial que se tiene en la industria. El resultado es una persona con sabiduría práctica y académica.
Este pilar de la confianza se expresa mediante buenas decisiones. La gente alrededor de estos líderes no solo confían, sino que activamente buscan su opinión para retos complejos. No solo contribuyen de forma importante a resultados. También anticipan y responden rápido a los retos.
3Consistencia y congruencia
El último pilar de la confianza tiene que ver con hacer lo que se dice. Un gran líder médico no solo le pide a sus colaboradores que se ciñan a las reglas. También las sigue al pie de la letra. Además, cuando pregona hábitos de salud a sus pacientes, se asegura de seguirlos él también. Significa ser un doctor al que el resto admire y, por ello, ponga mucha fe en sus acciones.
Dicha característica se traduce en un líder médico que sirve como modelo a seguir. Sus actitudes sirven de ejemplo para pacientes y colaboradores por igual. Sus promesas y compromisos no solo se cumplen, sino que tienen un seguimiento puntual. Además, están dispuestos a ir más allá.