Si bien la caída del cabello no es algo de qué preocuparse, en caso de que sea extrema en un paciente y lleve a la calvicie, debes abordarla y averiguar la fuente del problema.
A continuación se enumeran algunas de las condiciones de salud que pueden provocar una pérdida o adelgazamiento importante del cabello y que pueden requerir intervención médica.
Problemas tiroideos
La caída del cabello puede ser consecuencia de un desequilibrio hormonal. Las hormonas ayudan a regular las funciones corporales y tienen un papel importante que desempeñar cuando se trata del crecimiento del cabello.
La tiroides es lo que controla la capacidad de nuestro cuerpo para absorber nutrientes esenciales como hierro, calcio, etc., que son responsables del crecimiento del cabello. Dicho esto, tanto el hipo como el hipertiroidismo, que están relacionados con glándulas tiroides hipoactivas e hiperactivas respectivamente, pueden provocar la pérdida de cabello.
Alopecia areata
La alopecia areata es una enfermedad autoinmune asociada con la caída del cabello y la calvicie. Ocurre cuando el sistema inmunológico del cuerpo ataca los folículos pilosos, lo que resulta en adelgazamiento del cabello, parches de pérdida de cabello, algo de calvicie o calvicie total.
Esto puede ser temporal o permanente, pero puede tratarse.
Lupus
El lupus es otra enfermedad autoinmune que puede provocar la caída del cabello. Puede causar una inflamación generalizada de la piel, especialmente la cara y la región del cuero cabelludo. Puede adelgazar lentamente el cabello en el cuero cabelludo y conducir gradualmente a la calvicie.
Además del cabello en la cabeza, puede perder cabello en cualquier parte de su cuerpo, incluidas las pestañas, las cejas, la barba, etc. Ciertos medicamentos pueden ayudar con la recuperación, pero esta condición puede ser permanente.
Deficiencias de nutrientes
Los estudios han sugerido que la falta de ciertos nutrientes puede provocar la caída del cabello, por lo que muchos expertos recomiendan una dieta adecuada para restaurar el crecimiento y la fuerza del cabello. Hierro, zinc, ácidos grasos y diversas vitaminas son nutrientes importantes que debe agregar a su dieta para prevenir el riesgo de caída del cabello.
Si bien la falta de hierro en el cuerpo puede limitar el flujo de oxígeno al cuerpo, el zinc juega un papel vital en la función celular e inmunológica y en la síntesis de proteínas, cruciales para el crecimiento del cabello.
Además, los ácidos grasos reducen la inflamación, mientras que la vitamina B3 asegura el crecimiento del cabello brillante. Dicho esto, las deficiencias de nutrientes pueden ser una causa importante de pérdida de cabello.
Estrés y caída del cabello
Cuando se trata de estrés asociado con la caída del cabello, hay tres tipos diferentes: efluvio telógeno, tricotilomanía y alopecia areata.
Efluvio telógeno: en tales casos, los factores estresantes mentales empujan los folículos pilosos a una fase de reposo, lo que facilita la caída con el tiempo.
La tricotilomanía es el impulso insuperable de arrancarse el pelo del cuero cabelludo, incluso las cejas. Esto puede ser el resultado de un estrés importante.
La alopecia areata, como hemos comentado, es una enfermedad autoinmune, que puede ser provocada por el estrés. Sin embargo, muchos otros factores también pueden provocarlo.
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