En el mercado de la salud, los pacientes exigen cada vez una mayor participación en la toma de decisiones respecto al mejor tratamiento posible. De tal modo resulta indispensable que todo profesional de la salud se esfuerce para mostrar congruencia en su modo de pensar hablar y proceder, pues la atención con calidad y calidez es básica para el desarrollo de una buena consulta.
En este sentido, muchos pacientes desean aquello a lo que debería responder la vocación médica: sentir que es atendido y comprendido, y que se tiene en cuenta su sufrimiento, lo que es mucho más que someterse a un tratamiento con más o menos éxito.
Comunicación médico-paciente, ¿qué es lo que está fallando?
Un artículo publicado en la revista española Avances en Gestión Clínica menciona que si bien el médico quiere atender y el paciente ser atendido, esta dinámica debe plantearse desde una perspectiva más empática.
Es ahí es donde la comunicación puede ejercer un efecto positivo fundamental en curación: si al paciente se le cuenta lo que le ocurre de forma que lo pueda entender, si se es diligente con las pruebas y tratamientos a los que debe ser sometido, y si todo ello se hace con amabilidad y respeto, está demostrado que el proceso de curación mejora de forma significativa, y la adherencia al tratamiento y la seguridad también.
¿Por qué no se enseña en las facultades de medicina?
Resulta indispensable que todo profesional de la salud se esfuerce para mostrar congruencia en su modo de pensar hablar y proceder, pues la atención con calidad y calidez es básica para el desarrollo de una buena consulta”, dice el Dr. Mustaqeem Siddiqui, director médico de Experiencia del Paciente y Práctica Ambulatoria de la Mayo Clinic.
“Las nuevas tecnologías médicas son importantes para controlar de mejor manera las enfermedades, pero éstas no sirven de nada si el médico no es capaz de construir un diálogo con sus pacientes”, dice el médico, quien es experto impartiendo talleres de comunicación a profesionales de la salud.
Bajo este contexto, un estudio realizado por la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Cataluña, en España, menciona que los planes de estudio actuales de medicina no contempla la comunicación más allá de las malas noticias.
Los médicos están muy bien formados a nivel técnico, pero carecen de pautas de comunicación y empatía que puedan aplicar de forma sencilla y rutinaria en su relación diaria con el paciente, en todos los aspectos del cuidado, y en el sentido más amplio, cotidiano y básico.
Los estudiantes de medicina obtienen el título con una excelente formación técnica pero carecen de competencias esenciales para la profesión como son la comunicación, la colaboración y los valores profesionales.
Cleveland Clinic; un caso de éxito de comunicación y empatía
Un estudio realizado por la Cleveland Clinic demostró hace algunos años que el problema de la comunicación médico-paciente sólo es cuestión de cultura y de disciplina metodológica: la comunicación puede mejorar significativamente con una breve formación de un día, siempre que vaya acompañada una buena cultura organizativa.
Por tal motivo, la clínica desarrolló un programa de formación en comunicación cuyo objetivo es mejorar la experiencia del paciente a través del buen trato por parte del personal.
Dos años de trabajo fueron reflejados en el sistema denominado “REDE”, un programa práctico de un día de duración de asistencia obligatoria para cualquier médico de la Cleveland Clinic, en el que se transmiten una serie de claves para que la empatía deseada pueda producirse en el transcurso de una visita de tiempo muy limitado.
Cabe mencionar que el programa REDE ofrece las claves necesarias para que el médico adquiera los conocimientos de una comunicación basada en las relaciones empáticas, las cuales motivan positivamente tanto al paciente como al profesional de la salud.
Bajo este esquema, la Cleveland Clinic echa por tierra la excusa de que el médico no tiene tiempo para empatizar: se sistematizan los pasos a seguir, se practican las técnicas aprendidas mediante actividades de role-play y se establecen las preguntas que no pueden faltar.
El médico debe ser capaz de generar empatía con el paciente, lo cual, se consigue sólo poniéndose en el lugar de las personas que visitan e consultorio médico.