Sin duda alguna, la llegada de la pandemia provocada por la COVID-19 revolucionó el sistema de salud en México y la gran mayoría de países. Además, ha cambiado la forma en la que las personas comen, el estado de salud mental, los precios de seguros médicos y el acceso a servicios relacionados con la prevención y atención de enfermedades.
Durante los años 2020 y 2021 se destinó una gran parte de los recursos públicos para tratar de contener la propagación del nuevo virus, conseguir y aplicar vacunas, atender los casos graves y evitar muertes relacionadas con la nueva enfermedad.
El golpe económico fue brutal y también la obviedad de ver al sistema de salud totalmente saturado y colapsado. Aunque, hoy en día, el impacto de la pandemia se sigue mostrando en otros muchos indicadores de México. A continuación vamos a determinar algunos.
Acceso a servicios de salud tras pandemia
A último corte tras la llegada de la COVID-19 a México, se observó que 4 de cada 10 mexicanos no están afiliados a ninguna institución de salud (IMSS o ISSSTE) ni tampoco tienen contratado ningún seguro médico privado, según cifras de la ENSANUT 2021.
Acceso a seguridad alimentaria
La crisis económica propiciada por la COVID-19 implicó los despidos de trabajadores, paro temporal de otros, reducción de sueldos o salarios y cierre de negocios. Esto implicó una baja importante en el ingreso medio de las familias mexicanas y una de las cosas que cambiaron inmediatamente fue la forma de comer de las personas.
La salud mental tras la pandemia
Uno de los grandes aspectos sobre los que se pusieron las alertas cuando llegó la COVID-19. Esto no significa que la ansiedad, la depresión u otras condiciones no existieran antes, sino que estos trastornos se potenciaron y quedaron mucho más visibles con la pandemia.
Los suicidios, en México, crecieron un 9% de 2019 a 2020. De 2020 a 2021, el incremento fue del 7%, según el registro histórico del INEGI.
Enfermedades de Transmisión Sexual y testeo
Durante la pandemia, los servicios médicos se centraron en que no se propagara el nuevo virus generado por la COVID-19 y esto provocó la desatención o entorpecimiento de otras enfermedades. Una de las enfermedades afectadas son las de transmisión sexual.
La tendencia de contagios de VIH ya seguía la tendencia al alza antes de la pandemia en América Latina. Pero, durante la pandemia, las pruebas de detección estuvieron detenidas. En el año 2020 se realizaron la mitad de pruebas de VIH que en 2019.