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Un mal trabajo daña más la salud que estar desempleado

Estudios recientes han demostrado que un mal trabajo causa consecuencias salud. Aquí te decimos cómo detectar estrés laboral en tus pacientes y hasta en ti.
estrés laboral

No tener trabajo es una de las mayores preocupaciones en la vida de todo adulto. Por está razón es que muchas veces las personas aceptan una oferta de empleo aunque no les haga del todo feliz, ya sea por el sueldo, el jefe o el ambiente de trabajo.

Sin embargo, tomar este tipo de decisiones podría estar perjudicando la salud de tus pacientes. Esto se dio a conocer a través de un estudio realizado en Inglaterra por la Universidad de Manchester, donde se investigó a fondo los efectos que tiene el empleo de una persona en su bienestar laboral.

Según la investigación, llevar a cabo una actividad que odias o trabajar en una empresa que no satisface tus expectativas y encima, ganar poco, provoca un estrés crónico superior al que puede provocarte estar desempleado.

Para comprobarlo, un grupo de sociólogos hizo un seguimiento a mil 116 adultos británicos desempleados durante los años 2009 y 2010.

¿Los resultados? Los desempleados presentaban una mejor salud mental, mientras que aquellos con trabajos estresantes, mal pagados o inestables, tenían altos niveles de estrés crónico.

Por esta razón si tienes la sospecha que tu pacientes se está enfermando a causa del estrés laboral con el que vive, debes comentarle las consecuencias a largo plazo que puede provocar en su cuerpo ese ritmo de vida, las cuales incluyen trastornos cardiovasculares, gastrointestinales, musculares y hasta sexuales.

Existen varios test online los cuales constan de sencillas preguntas para analizar el nivel de estrés a base de 5 criterios, Horario y salario, carga de trabajo, relaciones sociales, condiciones físicas del ambiente laboral y salud. Esta herramienta te ayudará a facilitar el diagnostico de tu paciente y por ende comenzar un tratamiento lo antes posible. No si antes recomendarle salir del ambiente tóxico que le está provocando daños a su cuerpo.

Sin embargo, también debes saber que este problema no excluye a la rama médica, pues suele ocurrir con frecuencia dentro de hospitales y clínicas, por eso aquí te damos 10 señales que te ayudarán a detectar si trabajas en un mal ambiente laboral:

  1. Tu superior tiene una mala actitud. Cuando la conducta del líder de alto rango no se adecúa a los parámetros de la buena convivencia, entonces estás en problemas. Reconsidera tu futuro laboral y mantente abierto a cualquier oferta externa.
  2. Hay conspiración entre colegas. Los secretos en reunión, los murmullos de pasillo y las miradas esquivas generan un clima de desconfianza y tensión. En estos casos el ambiente suele hacerse rápidamente insostenible.
  3. Sientes que te quitan el crédito por tu trabajo. Esta sensación no es sólo frustrante. De agravarse la situación, alguien podría obtener un ascenso o un aumento de sueldo que te corresponde.
  4. Haces el trabajo de otros sin recibir reconocimiento alguno. Por desgracia, esto no es raro ya que al hacer frente a la crisis económica muchas empresas optan por reducir el personal no sustituyendo las vacantes.
  5. Tus colegas son insubordinados. Hay personas que no piensan que tienen que seguir algunas reglas básicas y se dejan llevar por su rebeldía y su arrogancia, haciendo alarde de su capacidad para hacer lo que quieran sin preocuparse por las consecuencias negativas.
  6.  Las oficinas no son lugares de reproche. Si tienes algún problema con alguien, recurre al diálogo sin dejar pasar mucho tiempo. Una vez que se resuelvan las cosas, cierra el capítulo y no mires para atrás.
  7. El jefe es ineficaz o ausente. Además de contribuir a generar un buen ambiente, el jefe debe estar presente tanto como para dar apoyo como para ejercer la autoridad si el caso lo requiere.
  8. Todo el mundo opera bajo reglas diferentes. Cuando el supervisor no aplica las normas de forma sistemática a todos los empleados por igual, contribuye a crear asperezas y competencia insana.
  9. No existen los programas de capacitación formales. Las compañías exitosas siempre se preocupan por el crecimiento profesional de los empleados, ofreciéndoles oportunidades de seguir capacitándose en su área.
  10. Tu jefe no comunica bien sus expectativas. Si bien una característica esencial de un buen líder son sus habilidades comunicativas, muchos jefes no las ponen en práctica. Esto genera una suerte de desconcierto en la que los empleados no saben qué se espera de ellos, lo que los lleva a sentirse desmotivados.

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