Aunque siempre ha sido un tema relevante, a partir del inicio de la pandemia el cuidado del sistema inmunológico ha cobrado mayor importancia. Ahora es un término que se escucha con frecuencia porque es el encargado de prevenir enfermedades. De manera simple, es un gran detective que tiene la capacidad de proteger al cuerpo de gérmenes y microorganismos externos.
Consejos para transmitir a tus pacientes
Ahora bien, la realidad es que no hay una sola comida, suplemento o actividad que por sí sola fortalezca el sistema inmunológico. Lo que sí se puede hacer e combinar diversos alimentos junto con otras actividades para cumplir el objetivo. La evidencia científica indica que algunos cambios en el estilo de vida pueden estimularlo para mantenerlo fuerte y alerta ante las infecciones. Algunos de los principales aspectos que puedes recomendar a tus pacientes son los siguientes:
1. Muévete: estudios sugieren que un mínimo de 150 minutos de actividad física a la semana ayuda a promover la salud y el correcto funcionamiento del cuerpo y con eso se ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Una buena idea es realizar alguna actividad sencilla como caminar, correr o andar en bicicleta.
2. Descansa lo suficiente: el sueño es el momento en que nuestro cuerpo puede repararse a sí mismo y eso incluye la producción de células T, que ayudan a combatir las infecciones. Además, la privación del sueño produce más cortisol, una hormona que nos permite mantenernos alerta. Sin embargo, cuando el cuerpo permanece durante mucho tiempo despierto disminuye la respuesta del sistema inmunológico. Por lo tanto, las personas son más propensas a contraer ciertas enfermedades.
3. Alimentación saludable: una de las características del sistema inmunológico es que se está renovando todo el tiempo. Las células toman los nutrimentos de los alimentos para favorecer su función de defensa. Entre más variedad de nutrimentos obtengamos a través de la alimentación, nos aseguramos de que el organismo tiene los que necesita para mantenerse en buenas condiciones.
Una alimentación rica en frutas, verduras y granos enteros será un gran primer paso, además de ciertas vitaminas y minerales conocidos por su aporte nutrimental:
– Hierro: ayuda al crecimiento de las células del sistema inmune.
– Zinc: Ayuda a que las células del sistema inmune se reproduzcan adecuadamente y actúa como antioxidante, el cual protege a las células. La encuentras principalmente en granos como la avena.
– Vitamina A: mejora la respuesta del cuerpo frente a las infecciones.
– Vitamina B12: apoya a la formación de glóbulos rojos en la sangre que a su vez promueven el buen funcionamiento de las células de defensa.
– Ácido fólico: vitamina esencial para la producción de anticuerpos.
Cuidar los tamaños de las porciones de alimentos y bebidas que consumimos, así como la frecuencia y moderación, junto con las características de la alimentación correcta es lo que determina la calidad de nuestra alimentación y por ende la salud del sistema inmunológico.