Para 2017, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el número de usuarios de celular en el país se colocó en alrededor de 64.7 millones de individuos; un crecimiento de casi siete por ciento con respecto al año anterior. De seguir con una tendencia similar, para finales del año podría haber casi 70 millones de personas con dispositivos móviles.
El sobreuso del celular, sin embargo, puede poner a los pacientes en riesgo de desarrollar el Síndrome del Ojo Seco (SOS). De acuerdo con Alcon, este padecimiento se ha convertido en uno de los más frecuentes en las consultas oftalmológicas y, en estimaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), más de la mitad de los individuos diagnosticados con esta condición se encuentran ya en las etapas moderadas o graves de la evolución.
De acuerdo con el IMSS, entre los factores de riesgo del SOS se encuentra precisamente la exposición prolongada a las pantallas de los equipos electrónicos, incluyendo el celular, la computadora y cualquier tipo de tableta. Asimismo, exponerse al sol, al aire acondicionado y a la contaminación por tiempo prolongado también puede irritar los ojos.
Aunque una detección y diagnóstico temprano del SOS permite que los pacientes puedan superar el deterioro ocular causado por su uso del celular, postergar la atención puede dar lugar a consecuencias de salud mucho más graves. Entre sus síntomas más severos está la aparición de úlceras y cicatrices en la córnea.
Este tipo de lesiones, junto con otras infecciones o deformaciones propias de la córnea, pueden llegar a requerir una intervención quirúrgica donde a los pacientes se les deba realizar un transplante. Por ello, se recomienda a todos los profesionales de la salud que hablen con sus pacientes acerca de los riesgos de pasar un tiempo excesivo viendo la pantalla de su celular.