Los niveles de azúcar en la sangre son muy importantes para la salud pero a menudo no reciben la atención adecuada hasta que es demasiado tarde. Según la Dra. Archana Sadhu, endocrinóloga del Hospital Houston Methodist, uno de cada tres adultos tiene prediabetes, una condición que precede a la diabetes tipo 2.
Lo alarmante es que cerca del 80% de estas personas no son conscientes de su condición, lo que retrasa la prevención y tratamiento de una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.
¿Qué es el azúcar en la sangre y cómo afecta nuestra salud?
La glucosa o azúcar en la sangre es esencial para las funciones de nuestro cuerpo. Se obtiene principalmente de los carbohidratos que ingerimos y es la fuente de energía principal de las células.
“Necesitamos glucosa para que las células funcionen adecuadamente, pero mantener los niveles dentro de un rango saludable es fundamental para prevenir el daño a largo plazo en los tejidos”, explica la Dra. Archana Sadhu, especialista en endocrinología.
Cuando los niveles de azúcar en la sangre permanecen altos durante un período prolongado, pueden causar una serie de complicaciones, entre ellas el desarrollo de la diabetes tipo 2. Esta enfermedad se caracteriza por la incapacidad del cuerpo para usar adecuadamente la insulina, lo que provoca niveles altos de azúcar en sangre de manera crónica.
Prediabetes: Una advertencia silenciosa
La prediabetes es una fase previa a la diabetes tipo 2, en la que los niveles de glucosa en sangre son más altos de lo normal, pero aún no lo suficiente para ser diagnosticados como diabetes.
“El verdadero problema en esta etapa no es tanto el azúcar en sí, sino la resistencia a la insulina que se está desarrollando”, señala la Dra. Sadhu.
Este proceso ocurre cuando el cuerpo necesita más insulina de lo habitual para mantener los niveles de glucosa controlados, lo que sobrecarga el páncreas y eventualmente conduce al desarrollo de diabetes.
Según la experta, la prediabetes es un signo de advertencia que no debe ignorarse. “A menudo, la prediabetes no presenta síntomas visibles, lo que hace que sea crucial hacerse exámenes regulares, especialmente si tienes factores de riesgo”.
Factores de riesgo: ¿Quién debe preocuparse?
El riesgo de desarrollar prediabetes aumenta con la edad, pero no es exclusivo de las personas mayores. “Uno de cada tres adultos mayores de 20 años tiene prediabetes, y la mayoría no lo sabe”, advierte la Dra. Sadhu.
Otros factores de riesgo
- Obesidad o sobrepeso: Tener un índice de masa corporal (IMC) elevado es uno de los principales indicadores de riesgo.
- Sedentarismo: La falta de actividad física contribuye a la resistencia a la insulina.
- Genética: Tener familiares cercanos con diabetes aumenta considerablemente el riesgo.
- Hipertensión y colesterol alto: Estas condiciones, que suelen coexistir con la prediabetes, también indican un riesgo elevado.
La Dra. Sadhu añade que, “es esencial que las personas que presentan uno o más de estos factores se sometan a pruebas de glucosa en sangre con regularidad”.
3 claves fundamentales para mantener niveles saludables de azúcar en la sangre
Uno de los aspectos más importantes para prevenir la diabetes tipo 2 es controlar los niveles de glucosa antes de que se conviertan en un problema. Para ello, la Dra. Sadhu destaca tres elementos esenciales:
Dieta natural y equilibrada
“Evitar los alimentos procesados es la clave”, enfatiza la Dra. Sadhu. “Los alimentos que provienen directamente de la tierra, como las frutas, verduras, granos enteros y legumbres, son los más recomendables para mantener niveles saludables de glucosa”. Los carbohidratos simples, como las bebidas azucaradas o los jugos de frutas, deben ser limitados, ya que se absorben rápidamente, provocando picos de glucosa que sobrecargan al cuerpo.
Actividad física diaria
“El ejercicio regular es una de las formas más efectivas de controlar el azúcar en sangre”, señala la Dra. Sadhu. La actividad física mejora la capacidad del cuerpo para utilizar la glucosa de manera eficiente y también ayuda a reducir la resistencia a la insulina. “Incluso una caminata diaria de 30 minutos puede marcar una gran diferencia”, explica.
El ejercicio no solo mejora la sensibilidad a la insulina, sino que también ofrece beneficios adicionales para la salud cardiovascular y la musculoesquelética. Es un hábito que debería formar parte de la rutina diaria de cualquier persona que quiera prevenir enfermedades crónicas como la diabetes.
Dormir lo suficiente
El sueño es otro factor clave que muchas veces se pasa por alto. “La falta de sueño afecta negativamente la regulación de la insulina y puede provocar un aumento en los niveles de azúcar en sangre”, comenta la Dra. Sadhu. Los estudios muestran que la falta crónica de sueño puede contribuir al desarrollo de diabetes tipo 2, ya que el cuerpo se vuelve menos sensible a la insulina.
Control regular: ¿Cuándo y cómo hacerse pruebas de glucosa?
Es fundamental realizar controles regulares de los niveles de glucosa en sangre para detectar cualquier anormalidad. Según la Dra. Sadhu, la frecuencia de las pruebas depende de los factores de riesgo de cada individuo. “Si tienes antecedentes familiares de diabetes, sobrepeso o alguna condición como hipertensión, deberías empezar a chequear tus niveles de azúcar a partir de los 20 años”, sugiere.
Una de las pruebas más comunes para medir el azúcar en sangre es el examen de A1C (hemoglobina glucosilada) que proporciona una visión general de los niveles promedio de glucosa durante los últimos tres meses.