Aunque todavía no inicia de manera formal el sexenio de Andrés Manuel López Obrador al frente de México, varias de las propuestas que hizo durante su campaña ya han comenzado a implementarse y una de ellas es la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, también conocida simplemente como Ley de Salarios Máximos, la cual establece que ningún servidor público podrá tener un salario mayor al del Presidente.
De tal modo, ahora el sueldo del mandatario será de 108 mil 248 pesos mensuales, aspecto que tendrá un fuerte impacto en diferentes ámbitos, incluido el sector salud, lo que podría provocar una fuga de talentos y propiciar que algunas personas decidan laborar en el sector privado o inclusive abandonen el país.
Medidas de austeridad
De forma más concreta, los actuales directores de los Institutos Nacionales de Salud perciben cantidades mayores a las establecidas como el nuevo sueldo presidencial, lo que implicaría que su ingreso mensual se vería impactado sustancialmente, sin que hasta el momento se haya definido si aceptarán continuar en sus puestos pese a la disminución de sus ingresos o si optarán por cambiar de fuente de empleo.
Es por lo anterior que algunos consideran que la nueva ley presenta irregularidades y podría provocar más daños que beneficios, por lo cual deberían existir algunas excepciones para evitar ahuyentar a personal del sector médico público.
A su vez, la medida de austeridad se suma a otras propuestas de López Obrador que ya han sido aprobadas, como el retiro de seguros médicos a la clase política del país y la eliminación de las pensiones vitalicias para los expresidentes.