La web de InboudCycle define el post como “cada una de las entradas (artículos) que publicas de forma más o menos periódica en un blog”. Si como profesional médico tienes un blog de salud o una web sanitaria, lo ideal es que escribas estos artículos de la mejor forma posible, para así acercar tus contenidos a un buen números de usuarios y hacer que se conviertan en potenciales pacientes.

Así que si quieres redactar los mejores posts, a continuación te vamos a ofrecer algunas de las mejores cosas que tienes que tener en cuenta para triunfar con tu contenido médico.

Conocer al lector potencial

Lo fundamental es que antes de empezar a redactar conozcas a quién te diriges, es decir decidir con quién y a quién quieres hablar y pensar en lo que tu lector sabe del tema que hablarás y tener en cuenta sus intereses. Debes procura ajustar tu lenguaje, el tono y la profundidad del contenido a este lector.

Contenido

Antes de sentarte a escribir un post en tu blog de salud, prueba y haz una búsqueda sobre el tema en Google y lee los primeros 5-10 resultados. Fíjate en las palabras y expresiones que nunca utilizarías en tu web y esto es algo fácil ya que son las que más llaman tu atención.

Esto es porque, desde hace unos años, los algoritmos de Google ya no trabajan con palabras clave aisladas y analizan los significados de frases y párrafos en contexto y el buscador valora mucho la riqueza en redacción de contenidos. Los post no tienen que ser largos por ser largos sino que deben estar bien redactados.

Simplicidad

Aunque no lo creas, las ideas complejas se comunican eficazmente con palabras sencillas, así que lo mejor es que intentes escribir sobre salud de forma natural como cuando hablas en la calle, haciendo así que la lectura fluya y facilitando la conversación con tu lector.

Estructura

Las prisas no son buenas para publicar posts en tu blog, así que lo mejor es dedicarle siempre (antes de publicar) unos minutos a estructurar el contenido y dejarlo perfecto. El orden da igual: puedes redactar primero y luego estructurar o viceversa. Así que nunca dudes en utilizar encabezados ya que, con estos subtítulos, estarás facilitando la lectura y Google entenderá mucho mejor la información que publicas en tu página web o blog.

Eso sí, nunca debes utilizar la etiqueta H1 sino que tienes que emplear las etiquetas H2 y H3 que necesites ya que, con ellas, marcas siempre texto relevante y relacionado con el contenido de tu post.

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• Todo lo publicado en la plataforma es una recomendación, más no una prescripción o indicación médica