Desde que se le diagnóstica cáncer a un paciente, empiezan a sucederse una serie de cambios y uno de ellos es el que afecta a la sexualidad, tanto individual como en pareja. Estos cambios, dependerán de cada persona y pareja, así como del momento o etapa en el proceso en el que se encuentre el paciente.
Muchos pacientes, desde los primeros momentos de diagnóstico del cáncer, trasladan la sexualidad a un segundo plano directamente y no existe interés por las relaciones sexuales. La ansiedad y estrés por la preocupación y ubicación en la nueva situación, pueden dar lugar a esta respuesta.
Algunos cambios que se deben afrontar
Es importante saber que dicha respuesta no significa que haya ningún tipo de problema en lo que a sexualidad se refiere. Y es que cuando se instaura algún tipo de tratamiento, aparecen nuevos cambios que se deben afrontar, entre los que se pueden enumerar los siguientes:
- Medicación: muchos fármacos pueden disminuir el deseo, generar malestares, cambios en el sueño, sequedad vaginal, sofocos, aumentar la sensibilidad en algunas zonas, disapareunia, cansancio físico y otras dificultades específicas. Así mismo, en la quimioterapia, fundamentalmente, y tratamiento hormonal, aparece amenorrea.
- Cirugía: suele ir combinada con algún tratamiento farmacológico, y de ser así, a lo mencionado anteriormente, le sumamos el cambio físico en la zona intervenida, en diferentes grados según el caso.
Todos estos efectos del tratamiento contra el cáncer, serán percibidos y afrontados de forma diferentes dependiendo del sujeto y pueden desencadenar miedos e inquietudes de cara a mantener encuentros erótico con un otro o en pareja, aunque también de forma individual. Algunos de estos miedos son:
- No gustarse cuando se mira, o el reflejo en el espejo, debido al cambio (fundamentalmente físico).
- Miedo a no ser deseable.
- Miedo a no poder sentir y disfrutar del mismo modo que lo hacía antes.
- Miedo a no poder dar placer del mismo modo que lo hacía antes.
¿Cómo recuperar la sexualidad tras el cáncer?
Si estás pasando por esta situación y quieres que tu sexualidad no se vea resentida totalmente, estos son algunos consejos que podrías tener en cuenta:
- El momento debe ser elegido y decidido por el sujeto/sujetos, no como obligación sino como interés y apetencia. Es importante que no se fuercen los momentos, sino que surjan por el deseo.
- Dialogar sobre los miedos en general si se quiere y, especialmente, aquellos que tengan que ver con la pareja para poder solventar las dudas. Asimismo, sobre las expectativas y apetencias de cara al encuentro.
- Recordar que hay un amplio abanico de prácticas eróticas para disfrutar y disfrutarnos. Y de este modo, podrás elegir aquellas que más te atraigan en ese momento. A veces, con el diálogo en esos momentos, se descubren o rescatan prácticas, que abren una nueva ventana al placer.
- Si hay dolor o sequedad vaginal, se pueden usar lubricantes. Ten en cuenta al elegirlos, que no haya componentes hormonales. Y en el caso de que los tengan, consulta previamente la procedencia, o no, de su uso.