Una situación que se presenta con bastante frecuencia es la ansiedad que sufren lo paciente en los momentos previos a una cirugía. La experiencia suele ir acompañada de miedo y estrés por el temor a cualquier falla que pueda ocurrir. A su vez, las reacciones adversas por el uso de anestesia son otra de las preocupaciones que más se repiten.
Por eso, con el fin de garantizar que la experiencia quirúrgica sea tranquila, lo ideal sería que existiera una reunión entre el paciente y el anestesiólogo antes del procedimiento. De esta forma el profesional puede revisar los antecedentes médicos y hablar acerca del estado de salud actual de los pacientes y resolver sus inquietudes.
Intervenciones más seguras
De acuerdo con el Dr. Alberto Ardon, del Departamento de Anestesiología de Mayo Clinic, al mantener esa conversación y seguir las pautas sobre qué comer, beber y los medicamentos que deben tomarse antes del procedimiento, se puede reducir considerablemente el riesgo de complicaciones y de efectos secundarios derivados de la anestesia.
La anestesia generalmente es segura y el riesgo de que surjan complicaciones graves como resultado de su aplicación está muy por debajo del uno por ciento. A su vez, el riesgo de mortalidad por un anestésico, en general, es menos de uno en cada 100 mil casos. El riesgo de efectos secundarios graves después de la anestesia, como náusea, vómito o malestar, también es bajo y cuando se toman medidas preventivas antes de la operación, solamente entre el uno y el cinco por ciento de las personas los sufren.
A muchos anestesiólogos les gusta reunirse en persona con los pacientes antes de un procedimiento, especialmente con quienes se someterán a una intervención que conlleve mayor riesgo de complicaciones. El propósito de dicha reunión, en parte, es verificar que no existan problemas médicos que podrían interferir con la capacidad del paciente de recibir anestesia sin peligro.
Es importante informar al anestesiólogo acerca de toda enfermedad presente o pasada, así como respecto a todos los medicamentos o suplementos administrados. Con el historial médico, los anestesiólogos personalizan el anestésico que se administrará según las circunstancias. Mientras más información y detalles se aporten, mejor será.
Si se apega estrechamente a las instrucciones que reciba de parte del equipo de atención médica respecto a cómo prepararse para la intervención quirúrgica, reducirá el riesgo de sufrir complicaciones y efectos secundarios a consecuencia de la anestesia. Si tiene alguna pregunta o duda, lo mejor es hablar al respecto con el anestesiólogo. El equipo de anestesia puede reducir su nerviosismo y ayudarlos a sentirse más cómodos, porque su objetivo es hacer que la experiencia quirúrgica sea lo más agradable y segura posible para todos y cada uno de los pacientes.