Dentro de tu práctica médica es natural que siempre desees el bien a tus pacientes. Es el objetivo del trabajo y para eso recibiste una extensa capacitación en la universidad. Además el reforzamiento de conocimientos es necesario para conocer las distintas novedades que aparecen. Pero también se debe reconocer que no se puede conseguir un resultado favorable con todas las personas. Por lo mismo, una de tus obligaciones es informar acerca de los posibles riesgos que existen alrededor de un tratamiento.
La comunicación entre doctores y pacientes debe ser constante. Debe existir la suficiente seguridad entre ambos para poder hablar de manera directa ante cualquier situación. Para que lo consigas puedes poner en práctica las siguientes recomendaciones dentro del consultorio.
Utiliza un lenguaje que los pacientes puedan entender
Primero lo más importante y es evitar ser uno de esos médicos que hablan y no se les entiende. Por eso debes utilizar un lenguaje claro y sin tecnicismos. En este caso debes hacer una breve descripción de la enfermedad, los síntomas e indica los posibles riesgos que implica.
Debes de tener claro que los pacientes no son expertos en salud y no conocen toda la terminología que tú. Por lo mismo, si vas a emplear palabras complejas o especializadas explica el significado de cada una o de lo contrario vas a causar más preguntas que respuestas.
Sé directo y sin rodeos
En caso de que un tratamiento sea riesgoso no lo debes esconder. Habla de forma directa con tus pacientes pero tampoco seas brusco con tus palabras. Debes mantener un tono de voz afable y ofrecer tu apoyo en todo momento. Si existen otras opciones también las puedes mencionar y debes mantenerte en contacto con los familiares de la persona a la que atiendes.
Utiliza el apoyo de la tecnología
En la actualidad, para informar sobre los riesgos de un tratamiento te puedes apoyar en herramientas digitales. En estos tiempos hay aplicaciones móviles con figuras en 3D donde puedes mostrar la zona impactada y explicar cómo reacciona a los medicamentos. De esta forma el paciente puede ver más claro dónde está el problema.
No dejes que el paciente salga del consultorio con preguntas
Siempre y de manera obligatoria debes resolver todas las dudas del paciente dentro del consultorio. Si es necesario ofrece una doble explicación e intenta utilizar ejemplos que ayuden para conseguir una explicación más clara. Repite al menos en un par de ocasiones si tiene dudas y responde cada una en el momento.