Desde hace poco más de año y medio se vive una de las crisis más graves de la era moderna. Empezó con la pandemia de Covid-19 pero de inmediato se trasladó a otros ámbitos como el educativo y económico. Los daños han sido devastadores pero de manera paulatina ya se observan avances. En gran parte del planeta existe una disminución de contagios y ahora es momento de pensar cómo deben reinventarse los servicios de salud después de la pandemia.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde que inició la pandemia se han contabilizado más de 242 millones de casos positivos en el planeta. Mientras que en México la cifra se acerca a los cuatro millones de personas infectadas con una tasa de mortalidad cercana al 10 por ciento.
Para los sistemas de salud alrededor del mundo esto ha causado un impacto clínico, operativo y financiero, poniendo de manifiesto algunas de las ineficiencias y puntos débiles de la atención médica. Desde la necesidad de un monitoreo remoto en tiempo real hasta la falta de intercambio de datos, interoperabilidad y recursos de cuidados intensivos.
Si bien es cierto que la esperanza de muchos está puesta en la vacunación para regresar paulatinamente a las actividades que se vieron afectadas por la pandemia, también se debe considerar que ahora la realidad será distinta. Por lo mismo, es necesario cambiar y estar preparado para el mundo después de la pandemia.
¿Cómo deben ser los servicios de salud después de la pandemia?
Se trata de una pregunta compleja pero para Mauricio Pérez Terán, quien es especialista en informática y negocios para Philips México, la respuesta está en la transformación digital. Durante los últimos meses se ha visto una aceleración en la adopción de nuevas tecnologías y es una tendencia que continuará.
Por lo mismo, comparte tres aspectos a considerar para lograr una recuperación y reinvención exitosa de los servicios de salud para transitar en esta nueva realidad.
Mayor priorización de la tecnología
Antes de la pandemia la utilidad de la tecnología en diversos campos ya era apreciada; sin embargo, con la propagación de la Covid-19 se aceleró la necesidad de impulsar la transformación digital a través de la inversión en tecnología para apoyar la conectividad y la productividad.
En el ámbito de la salud, la tecnología ha permitido a los sistemas de salud maximizar su capacidad. Por ejemplo, los modelos de atención virtualizados han ayudado a reducir la carga de trabajo de los médicos de primera línea al transferir actividades a otros proveedores.
La inminente transformación digital de los servicios de salud permitirá impactar positivamente en la experiencia del paciente. Por ejemplo, la gestión del back office y el expediente clínico electrónico basados en las mejores prácticas de la industria pueden optimizar los procesos y recursos bajo una arquitectura integral, mitigando los riesgos de la organización y centrándose en el paciente a través de la gran cantidad de datos que se recaban y que se pueden gestionar de manera eficiente para lograr un mejor diagnóstico apoyados por la tecnología.
Mayor enfoque en la salud
La pandemia ha recordado la vulnerabilidad de la salud y la necesidad de invertir en innovaciones. Además de compartir conocimientos y recursos para acelerar la búsqueda de soluciones para cuidar de ella.
Durante la pandemia mucha gente se ha alejado de las instituciones de salud por temor al contagio. Por ello es necesario impulsar la innovación y ponerla al alcance de los sistemas de salud, de manera que los pacientes que requieran acudir a un centro de salud puedan pasar el menor tiempo posible en el hospital recibiendo una atención ágil y eficiente.
Los servicios de telesalud, los portales de pacientes y los dispositivos portátiles para el hogar, por ejemplo, están cobrando mayor relevancia como herramientas de participación y abriendo el camino a la mejora en la experiencia del paciente y que permitirán contar con capacidades de atención más avanzadas como el análisis predictivo.
Las innovaciones en salud permiten tener diagnósticos oportunos y de fácil acceso, además de brindar la posibilidad de que los costos de los estudios sean acotados para beneficiar a un mayor número de personas.
Mayor flexibilidad y conciencia del cambio continuo
La pandemia creó un entorno con nuevos desafíos en todos los ámbitos y nos hizo reflexionar sobre la importancia de encontrar nuevas formas de mejorar y mantenernos vigentes a través de la flexibilidad y la conciencia del cambio continuo.
El trabajo remoto permitió a muchos líderes reconsiderar el valor del equilibrio tan necesario entre la oficina y el hogar y replantearse un sistema híbrido de trabajo de cara al futuro. Además, la disminución de los desplazamientos gracias al trabajo remoto, puso de manifiesto la forma en que se puede mejorar la calidad del aire y de vida al tener menos carga de movilización vehicular, lo que indudablemente repercute en un mejor estilo de vida y la salud.