Como profesional médico, siempre querrás tener una excelente relación con tus pacientes y para que esto ocurra, lo que debes tener claro es que la empatía será una de las principales características que tendrás que tener. La empatía se puede definir como una forma de conocimiento y aproximación al otro, es decir, el intento de ponerse en el lugar de la otra persona y, en la relación entre ti y tus pacientes es una actitud y una habilidad.
Es por eso por lo que se puede decir que la actitud empática del médico hacia el paciente hace posible el respeto y la dignidad de la relación médico-paciente. Así que es muy importante que el médico se ponga en el lugar del enfermo y vea con sus ojos. Tal y como dice el autor Unamuno, “hay que estar con el enfermo sin ser el enfermo”. Así que se puede decir que la empatía ayuda al médico a imaginar y a comprender lo que el paciente está sintiendo, siendo la mejor forma de sentir lo que no es común a los seres humanos.
Se debe valorar por lo que es
Lo que está claro es que una relación digna y respetuosa se basa en la aceptación del paciente más allá de lo que este hace. El paciente debe ser valorado por lo que es, no por lo que hace y el médico debe ser justo sin ser juez. Es decir, el médico ha de prevenir y curar, no juzgar una actitud moral. Y es que la Medicina, en contraste con las Humanidades, no sigue un discurso lineal de causa-efecto sino que pasa de una realidad a la de otros.
Como profesional médico, seguro que te estás preguntado qué es lo que tienes que hacer para empatizar con tus pacientes. Pues bien, algunos de los consejos a poner en práctica son los siguientes:
- Primero saluda, después preséntate y pregúntale al paciente qué le pasa.
- Siempre muéstrate tranquilo.
- Mostrarse siempre cordial y sonreír con sinceridad.
- Practicar la escucha activa.
- Mostrar sentido de la responsabilidad.
- Estar atentos a las inquietudes de los pacientes y entender su personalidad.
- Hablar lo necesario y explicarse de un modo intengilbe, huyendo de los tecnicismos propios de la Medicina.
- Llamar siempre al paciente por su nombre.
- Valorar, con el diálogo, lo que quiere y lo que no quiere saber el paciente sobre su enfermedad.
- Aplicar la regla de las tres “C”: Comunicación, Comprensión y Confianza.
- Asimismo, la relación médico-paciente se debe basar en tres pilares: integridad, ecuanimidad y respeto a la persona.
El paciente también debe presentar empatía hacia el profesional médico
Eso sí, la empatía debe surgir de modo fluido y natural, por eso y, como profesional médico, siempre debes ver al paciente como un todo, entendiendo el trastorno que tiene como una parte de él y siempre implicándote personalmente. Es decir, se debe siempre huir de una relación paternalista y buscar una relación de cooperación bidireccional.
Una vez se tiene aceptado que la actitud del médico respecto al paciente debe ser empática, lo cierto es que muy poco se dice sobre la relación inversa, es decir que el paciente sea empático con el médico. Aunque es verdad que los médicos tengan que esforzarse más, los profesionales médicos, muchas veces, echan de menos la empatía del paciente hacia ellos.
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