La alimentación es clave para todo y en esta pandemia lo es más. Son muchos los estudios científicos que han corroborado que un patrón de dieta mediterránea adecuado protege a la hora de infectarse de COVID19, pero también de ingresar en el hospital por haber desarrollado una enfermedad grave, o incluso de morir.
Se ha hablado mucho de la vitamina D, que es un inmunomodulador que está en pescados grasos, en las setas, el huevo, o que se obtiene, sobre todo, tomando el sol 15 minutos al día, y también a través de suplementos, o de alimentos enriquecidos. Aunque es cierto que la vitamina D no actúa en solitario sino que es parte de una orquesta más completa y es por eso por lo que hay que mirar al patrón alimentario.
Adherirse al patrón de dieta mediterránea reduce el riesgo de infección por COVID19
Un estudio liberado por el Proyecto SUN, publicado en el mes de abril de 2021 en “Clinical Nutrition”, incluyó a más de 9 mil participantes, a los que se les valoró su dieta y riesgo de infectarse por COVID19 se vio “una reducción realmente muy fuerte del riesgo de infectarse con el virus mediante una gran adherencia al patrón de dieta mediterránea, y cuanto mejor lo seguían, menos riesgo de infectarse por coronavirus”.
Aunque, poco después se han publicado varios estudios científicos con similares resultados. El más importante de ellos, el realizado por el español Jordi Merino, que trabaja en Harvard, y que ha constatado que una dieta de alta calidad, como la mediterránea o similares, reduce mucho, no solo el riesgo de infectarse del SARS-CoV-2, sino también el riesgo de mortalidad por COVID19 o el ingreso hospitalario por esta enfermedad.
También es fundamental el peso de la persona a la hora de afrontar una infección, especialmente la COVID19, por lo que es fundamental que, en nuestra dieta, no haya un exceso de calorías, ni de grasas saturadas, ni de azúcares añadidos.
Se debe evitar la carne roja y procesada
De cara a enfrentarnos a otras enfermedades, el sistema inmunitario es complejo y precisa de un arsenal muy importante de micronutrientes como la vitamina C o la D, por ejemplo el zinc, y más que tomar suplementos, lo que realmente protege es tener una dieta mediterránea, que se caracteriza por ser una dieta muy rica en alimentos de origen vegetal, con un papel preponderante del aceite de oliva virgen extra (AOVE), que contiene polifenoles con tantos efectos beneficiosos para nuestra salud, “casi como si fueran vitaminas”.
Por eso, consumir AOVE, fruta, verdura, frutos secos, legumbre, comer proteína de pescado, de vez en cuando las de ave, evitar carne roja y procesada así como los lácteos enteros (mantequillas y quesos muy curados, entre otros), representa un patrón alimentario de calidad.