Las malas noticias dentro de la práctica médica son inevitables y como responsables de la salud, es necesario siempre atacarlas con empatía, claridad y objetividad.
Según el estudio; How to Communicate Bad News in Medical Practice. La mala noticia se define como aquella que altera o cambia la perspectiva del paciente y su familia de manera drástica y negativa; cause alteración emocional de forma adversa o grave, y afecta su visión futura.
Por lo tanto, transmitir ese tipo de información de la manera correcta es necesario para estabilizar el duelo no sólo de la persona afectada, sino de todos sus familiares. Pues atacar el hecho de una manera inadecuada, hace que los participantes se enfrenten con las limitaciones y negatividad de la medicina. Dando como consecuencia, que el médico experimente un sentimiento frustrante por no haber hecho las cosas bien, aunque, en realidad no sea así.
“Comunicar malas noticias es una frecuente y difícil tarea con la que tienen que enfrentarse los profesionales sanitarios, a pesar de lo cual ha sido considerada como una competencia menor comparada con los otros aspectos técnicos de la práctica médica, y para lo que no se ha previsto una formación específica de comunicación en los planes curriculares, tanto de pre como de postgrado”.
Ante este panorama, los profesionales sanitarios al no comunicar una mala noticia de la mejor manera, puede desencadenar en el tándem médico-enfermo. De cualquier forma, en ningún caso se puede culpar al paciente o a sus familiares.
A continuación, presentamos algunos consejos para mejor esta conversación:
1. Reunir toda la información disponible del paciente y de su enfermedad. Esto permitirá al médico determinar lo que sabe el enfermo y sus expectativas con respecto al diagnóstico adverso.
2. Suministrar información accesible en consonancia con las necesidades y deseos del paciente.
3. Aportar habilidades de comunicación que permitan reducir el impacto emocional que la mala noticia tiene sobre el receptor.
4. Consensuar un plan de tratamiento que permita un alto grado de cooperación del paciente.
Asimismo, Barley Buckman, en la Universidad de Toronto, desarrolló el protocolo más utilizado para atacar estas noticias de la manera correcta, denominado spikes que se encuentra dentro del Comunicando malas noticias en Medicina: recomendaciones para hacer de la necesidad virtud, citado a continuación:
1. Setting up: es preparar el entorno sin interrupciones, a fin de respetar la privacidad e intimidad del informado y la preparación profesional
2. Perception: es adecuar la información y explicar, con base en lo que sabe el paciente y lo que comprende; el manejo de la comunicación verbal y no verbal
3. Invitation: obtener la información y lo que desea saber el paciente
4. Knowledge: uso del vocabulario adecuado sin tecnicismos en la entrega de información
5. Emotions: mostrar empatía y emociones del médico al paciente y/o familia
6. Strategy and summary: se trata de disminuir la ansiedad, responder a las emociones y sentimientos del paciente y/o familia, además de tener un plan futuro
Otro protocolo es el abcde desarrollado por Rabow y Mcphee en la Universidad de San Francisco:
A. Preparación anticipada, sin interrupciones
B. Crear un entorno para una relación terapéutica
C. Comunicar bien, brindando contención y libertad de expresión
al paciente
D. Tratar las reacciones con pacientes y familiares
E. Fomentar y validar las emociones
Aunque la comunicación de malas noticias es un asunto difícil e incómodo para los médicos, existe evidencia de que la utilización de un enfoque humanístico y protocolizado, como el comentado de Baile-Buckman, y el aprendizaje de ciertas habilidades de comunicación, pueden mejorar significativamente esta tarea y, como resultado, el modo en que el binomio paciente/familia se enfrentará al proceso.
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