Hablar de dicho tema de por sí ya genera caos. La población mundial aumentará en mil millones en los próximos 12 años, a pesar que los índices de natalidad se reduzcan en países como China, India y Sudáfrica.
El control de la natalidad es un conjunto de programas y actividades realizadas por organismos públicos con el fin de regular el crecimiento poblacional; este control se lleva a cabo de manera distinta en cada país debido a la contribución de factores socioeconómicos, políticos y culturales.
Las políticas a favor de la disminución de la natalidad han sido fomentadas en todos los países, pero muchos de esos programas carecen de algunos componentes fundamentales como la educación sexual y la información acerca de las consecuencias de los métodos anticonceptivos en la salud de las mujeres. En algunos casos, se ha recurrido a implementar programas de anticoncepción forzosa sin contar ni siquiera con el consentimiento de las mujeres y bajo condiciones de presión y engaño. Pero quizás uno de los grandes errores en la implementación de dichas estrategias radica, sin lugar a duda, que han implementado dichos programas sin vincular a los hombres también como protagonistas responsables del control poblacional. Pareciera que las directas responsables fuesen permanentemente las mujeres en sociedades patriarcales, ya sean por los incentivos a la fecundidad o bien de la distribución de anticonceptivos, medidas que casi nunca se acompañan de información y cuidado de la salud.
La educación es un factor muy importante cuando se trata de aportar soluciones a esta problemática, y que los nuevos conocimientos generados por la ciencia formen parte del saber popular es una tarea en la que todos nosotros estamos implicados.
En el mundo existen varios métodos para controlar la natalidad en los países desarrollados y subdesarrollados, aunque en algunos casos, influyen otros factores como creencias religiosas, factores económicos y hábitos de vida, que impiden la adopción de estos mecanismos.
Es importante e imprescindible tomar riendas en el asunto, tanto desde la ciencia como desde la educación, para que el envejecimiento poblacional que están sufriendo algunos países no afecte su dinámica y su productividad de manera tal de perjudicar la calidad de vida de la clase trabajadora y a la población en general por la falta de recursos económicos. A medida que las tasas de fertilidad disminuyen, el aborto, la anticoncepción y la longevidad aumentan, el mundo se encuentra en un nuevo paradigma en que los ancianos superan a los jóvenes.[1]
Colombia, con más de 50 millones de habitantes, se convertirá en el año 2025 en el tercer país más poblado de Iberoamérica después de Brasil y México, y por encima de España. La explosión demográfica sufrida por Colombia de la mano de la migración venezolana también ha explicado recientemente la dinámica del consumo de las familias.[2]
Se estableció que el 11 de julio se celebra el día Mundial de la Población, establecido en 1988 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo; se conmemora con la intención de tomar conciencia del crecimiento de la población en el planeta y de las medidas que se van implementando en relación a la temática.
[1] (Diez) [2] (LR, 2020)
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