Las exigencias cotidianas de las personas no permiten un régimen alimentario conveniente, es necesario reconocer que para cambiar de dieta es también necesario cambiar de vida, lo cual no sólo es difícil, sino que también, puede ser imposible.
Las investigaciones relacionadas con nutrición, prestan atención a los posibles riesgos asociados a las dietas. Y éstas, han experimentado una cierta transformación en lo que se refiere a la relación entre salud y alimentación. Desde que en el siglo XIX se insinuara la influencia de la dieta en la salud y su relación de causa y efecto en la aparición de ciertas enfermedades, han cambiado los intereses de los nutricionistas al ritmo que lo han hecho las sociedades y la ciencia.
La nutrición, surge como disciplina, a mediados del siglo XIX estimulada por los problemas que afectaban a la salud de las poblaciones occidentales en relación con la calidad de los alimentos producidos, el almacenamiento y las dificultades en el transporte a larga distancia, así como por los problemas de escasez y enfermedad reinantes entre los trabajadores hacinados en los suburbios de las ciudades1.
Al tiempo que se conoce más sobre la composición de los alimentos, también se conoce mejor el efecto de los diferentes nutrientes en el organismo, con lo que se ha podido determinar la importancia de la alimentación en la prevención de muchas enfermedades. De hecho, el aumento en la diversificación de la dieta a la que ha tenido acceso buena parte de la población, se considera uno de los factores determinantes en el incremento de la esperanza de vida y del mejor estado de salud. Con ello, la ciencia nutricional se ha legitimado como la principal prescriptora sobre qué es lo que debemos comer o evitar para estar sanos.
Las diferencias mundiales referentes a la accesibilidad y abastecimiento de los alimentos, repercuten en la segmentación del planeta: ricos y pobres, primer y tercer mundo, en términos alimentarios.
Cómo comer lo que se debe comer
Un plan de alimentación saludable2:
- Resalta la importancia de las verduras, las frutas, los cereales integrales, la leche y los productos lácteos sin grasa o bajos en grasa.
- Incluye una variedad de alimentos con proteínas como mariscos, carnes magras, huevos, legumbre, nueces, semillas y productos de soya.
- Poca cantidad de grasas saturadas, grasas trans, colesterol, sal y azucares agregados.
- Se mantiene dentro de las necesidades individuales calóricas diarias.
- Además, se recomienda llevar una alimentación consciente y también, intuitiva.
La “alimentación consciente” es una herramienta que se utiliza para mejorar los comportamientos alimenticios, prevenir enfermedades crónicas fomentar el control de peso y la relación saludable con los alimentos3.
Elegir cuándo, cuánto y dónde comer, puede convertirse en una tarea desalentadora, pero también, puede ayudarte a mejorar la relación que tienes con los alimentos y a crear hábitos alimenticios saludables3.
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
- Mennell S, Murcott A, Van Otterloo A. The Sociology of Food. Eating, diet and culture. Londres: Sage Publications; 1992.
- Dietary Guidelines for Americans. Dietaryguidelines.gov. [cited 2021 Nov 20]. Available from: https://www.dietaryguidelines.gov/sites/default/files/2021-03/Dietary_Guidelines_for_Americans-2020-2025.pdf
- Food Insight. Alimentarse consciente e intuitivamente: el par perfecto [Internet]. Foodinsight.org. 2017 [cited 2021 Nov 20]. Available from: https://spanish.foodinsight.org/dieta-y-salud/alimentarse-consciente-e-intuitivamente-el-par-perfecto/?gclid=CjwKCAiAs92MBhAXEiwAXTi2572VqGszAVn70uW44WVTQXrwdwaig-USevOEGHpRc7sfrN7kafNIpRoC-NcQAvD_BwE