Cuando la medicina no tiene opciones para contrarrestar las enfermedades, generar bienestar y aumentar las posibilidades de vida. El grupo interdisciplinario de profesionales de la salud, tienen un papel integrativo donde disminuir el dolor; tratar los síntomas y generar un ambiente armónico que lleve al bien morir, es lo más importante.
Cuando los tratamientos para enfrentar las deficiencias físicas o mentales fallan, cambia la relación médico- paciente. Ya que no hay una enfermedad para curar; pero sigue existiendo un ser humano con emociones, sentimientos y deseos, que quiere disfrutar a plenitud sus últimos días de vida.
Es aquí donde los galenos juegan un papel importante. Siendo creativos, al sacar la carta ganadora bajo su manga, con tratamientos alternativos que generan tranquilidad y paz en esta última etapa de la vida.
Viviendo un día a la vez
Las investigaciones, estudios, literatura y conceptos científicos, no llegan a concluir cual es la manera correcta de que los pacientes familiares y profesionales del servicio sanitario, deban asumir situaciones de enfermedad terminal y muerte. Sin embargo, si tienen claro que en esta clase de eventos se genera una carga emocional que trasciende al ámbito orgánico, familiar, psicológico, social y espiritual, de una manera contundente.
Los médicos buscan alternar los medicamentos que contrarrestan los síntomas, con tratamientos homeopáticas, (como acupuntura, hipnosis, biorretroalimentacion, quiropráctica e hipnosis), cuando la medicina no tiene opciones en los laboratorios, clínicas, ni centros médicos. De tal manera que disminuya el dolor.
El medico se convierte en un consejero, que fuera de informar sobre cada estado de la enfermedad, recomienda al paciente y a la familia protocolos de higiene, posturas, alimentación, ventilación y procedimientos de desinfección apropiados para establecer en el hogar o en el lugar donde se encuentren. Buscando siempre generar comodidad y la tranquilidad.
Readecuación del tratamiento, es otra de las tareas del grupo interdisciplinario de la salud. Ya que en este punto las necesidades y deseos de los pacientes tienen prelación. Por tanto, darle al paciente la oportunidad de estar con su familia en casa y no en una clínica. Permitirle cortos paseos o ciertas comidas que se salen del protocolo de alimentación, son posibles.
Recomendar tratamientos alternativos, como yoga, masajes, reiky, respiración consiente o meditación. Para mantener la mente en equilibrio, reconociendo y aceptando lo que se está viviendo. De modo que disfrute del ahora, con familiares y amigos, sin sentir culpa, miedo o desasosiego, por situaciones que no puede controlar.
En muchos casos el médico se convierte en un guía espiritual, ya que se forma una fuerte conexión médico paciente llena de energía. Donde el paciente recibe los cuidados paliativos, recomendaciones y palabras de aliento. Pero a la vez el medico se convierte en un apoyo psicológico y emocional para la familia y allegados.
Cuando la medicina no tiene opciones
Cuando la medicina no tiene opciones, los tratamientos fallan y no hay mucho más por hacer con respecto a la medicina occidental. Los médicos abren las puertas a las terapias alternativas de oriente; en busca de una luz de esperanza que otorgue calidad de vida a un ser humano que está viviendo sus últimos días en esta experiencia terrenal.