Como sabemos, el uso de la web para consulta médica es cada vez más común, de hecho, podemos afirmar que está implícito el momento de búsqueda antes de acudir al médico y después de obtener alguna consulta.
Sin embargo, sabemos también que internet está lleno de información poco confiable y, naturalmente, nuestra reacción es advertir al consumidor de no consultar en cualquier lado, pero, lo verdaderamente importante es explicar ¿cómo puedo saber si la información es verídica?
Para ti como médico puede ser fácil saberlo, pero para tu paciente quizá no lo sea. La solución más rápida es enseñarle a plantearse las siguientes preguntas:
– ¿El autor del artículo o sitio web es alguien profesional?
– ¿Tienen una política editorial y está supervisada por profesionales médicos u organizaciones de pacientes?
– ¿Tienen información de contacto clara?
– ¿Hay una descripción clara sobre la misión del sitio y la intención del autor o autores?
La educación del paciente es algo importante y la tecnología y digitalización nos ayudan también a mantenerlos más actualizados. Existen muchas aplicaciones médicas sobre enfermedades, fármacos, tratamientos, primeros auxilios, servicios de pruebas o ensayos clínicos.
Y si alguna vez te has preguntado: ¿cómo puedo comunicarme adecuadamente con mi paciente vía online?, lo primero que debes hacer es aprender a ponerle límite a tu comunicación, dejar claro cómo pueden contactarte en caso de cualquier emergencia e indicarles que las conversaciones a través de mensajería o canales de redes sociales no pueden ser considerados como diagnósticos, pues siempre será necesaria tener al menos una visita para formar una opinión bien fundamentada.
El último punto importante es sobre la consulta médica en línea, en donde la prestación de servicios puede ser por cualquier medio electrónico, videoconferencia, mensaje de texto, etc. Para tener una consulta médica exitosa debes considerar:
1. Acceso conveniente.
2. Requisitos técnicos.
3. Amplia gama de servicios.
4. Tecnología necesaria.
5. Privacidad y seguridad.
6. Evaluación y diagnóstico-
7. Limitaciones de diagnóstico.
8. Regulaciones.
9. Precauciones de seguro y tarifas.
Recuerda lo importante que es comunicarle todo esto a tu paciente, pues habla de tu profesionalismo y ética. La digitalización nos ha alcanzado, así que la adaptación seguirá siendo parte del crecimiento.
Fuentes:
– IQVIA
– Medical Futurist