La Ciudad de México, una de las urbes más grandes y pobladas del mundo, enfrenta un problema recurrente: la contaminación del aire. Este fenómeno, causado por factores como el tráfico vehicular, las emisiones industriales y la actividad diaria de millones de personas, tiene un impacto significativo en la salud, especialmente en la salud pulmonar de sus habitantes.
La contaminación del aire puede causar problemas respiratorios agudos y crónicos
La exposición prolongada a altos niveles de contaminación puede causar problemas respiratorios agudos y crónicos. Entre las afecciones más comunes se encuentran el asma, la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar. Además, las partículas finas (PM2.5), que son componentes clave de la contaminación atmosférica, pueden penetrar profundamente en los pulmones y, en algunos casos, ingresar al torrente sanguíneo, desencadenando inflamación y problemas cardiovasculares.
Las personas más vulnerables a estos efectos son los niños, los adultos mayores y quienes padecen enfermedades respiratorias previas. En el caso de los niños, la contaminación puede afectar el desarrollo pulmonar, lo que aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias en la edad adulta. Por su parte, los adultos mayores y los pacientes con condiciones preexistentes como el asma experimentan un empeoramiento de sus síntomas durante las contingencias ambientales.
Se deben evitar las horas de mayor contaminación
La contaminación también está asociada con una mayor incidencia de infecciones respiratorias, como la neumonía, debido a que debilita las defensas naturales de los pulmones. En casos graves, puede contribuir al desarrollo de cáncer de pulmón, incluso en personas no fumadoras, ya que los contaminantes como el dióxido de nitrógeno (NO2) y el ozono (O3) están clasificados como carcinógenos por la Organización Mundial de la Salud.
Para proteger la salud pulmonar, se recomienda reducir la exposición durante las contingencias ambientales evitando actividades al aire libre, especialmente en las horas de mayor contaminación. También es crucial el uso de purificadores de aire en el hogar y el transporte público, y fomentar medidas colectivas como el uso de vehículos eléctricos, la reforestación y la implementación de políticas públicas que regulen las emisiones contaminantes.
Abordar la contaminación del aire en la CDMX no solo implica un esfuerzo conjunto entre el gobierno y la ciudadanía, sino que también es esencial para garantizar una mejor calidad de vida y preservar la salud pulmonar de las futuras generaciones.