- Desde 1976 a la fecha se ha cuadruplicado la prevalencia de la obesidad y el sobrepeso en niños y adolescentes de todo el mundo.
- A nivel nacional se estima que tres de cada cuatro adultos mexicanos tienen exceso de masa corporal.
- Desde comprar alimentos en mercados hasta preferir lo casero son la base para comer saludable y con poco dinero.
La alimentación es la base de la vida pero uno de los problemas es que persiste el pensamiento de que comer saludable y con poco dinero es imposible. De hecho se menciona que es uno de los motivos del actual éxito de los productos ultraprocesados y altos en azúcares. ¿Pero es verdad que una de las barreras para acceder a un menú nutritivo y balanceado es el aspecto económico?
Antes que nada, la obesidad y el sobrepeso se han convertido en graves problemas mundiales de salud pública. De acuerdo con la OMS la prevalencia de ambos se ha cuadruplicó entre 1975 y 2016 en el sector conformado por niños de 5 a 18 años.
El problema de la obesidad en México
Por su parte, la problemática no afecta sólo a los más jóvenes. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2022 afirma que tres de cada cuatros adultos en México tiene exceso de masa corporal. Como consecuencia, la obesidad es un factor de riesgo para el desarrollo de más de 100 enfermedades distintas.
Con lo anterior en mente, la nutrióloga Fernanda Alvarado, quien es educadora en diabetes, comparte algunas claves para comer saludable y con poco dinero. El objetivo es erradicar el mito de que los productos saludables son más caros.
Mercados y tianguis, nuestros mejores aliados
Los mercados y tianguis no sólo cuentan con precios más competitivos y la posibilidad de escoger aquellos que mejor se adapten a nuestro presupuesto, sino que también nos brindan la oportunidad de acceder a verduras y frutas de temporada. Estos alimentos no sólo proporcionan los nutrientes necesarios para enfrentar las inclemencias de las estaciones sino que también resultan considerablemente más accesibles.
En cada temporada, es importante mezclar colores para agregar mayor cantidad de nutrientes a nuestros platos, y no debemos olvidar las semillas como lentejas, frijoles, garbanzos y habas, que además de proveer proteínas, también brindan saciedad.
Preferir lo casero
La mejor manera de tener certeza sobre lo que ponemos en la mesa es prepararlo nosotros mismos. Cosas como purés de papa, encurtidos y fermentados pueden realizarse en nuestro hogar, aunque puede parecer engorroso, estas preparaciones pueden fraccionarse, congelarse y estar disponibles para momentos posteriores, lo que ahorra tiempo, dinero y resultará en una nutrición sana y de calidad.
Las frutas, verduras o pulpas como la del aguacate también puede congelarse y usarse en variados platillos en diversas semanas, por lo que hay que perder el miedo a aprovechar las ofertas de nuestro tianguis o mercado local.
Comer mejor sí es posible
Para tener una idea de los productos que se deben consumir y los platillos indicados la OMS tiene un apartado en su página oficial sobre alimentación sana. De manera puntual menciona la cantidad ideal de cada producto que debe consumir una persona de acuerdo con su edad.
Con este tipo de iniciativas se ha comprobado que comer saludable y con poco dinero sí es posible. Es necesario acabar con el pensamiento de que las frutas, verduras y leguminosas son más caras en comparación con los productos ultraprocesados. Al final, la alimentación va más allá de la figura estética de cada persona porque está en juego la salud.
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