Desde hace tiempo se anunció que la ciencia forense tendría un impulso, pues algunos entomólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) integraron una colección de insectos artrópodos para estudiarlos como una alternativa que apoye a las averiguaciones forenses, cuyos resultados permanecerán en un archivo digital que estará disponible para las autoridades federales y estatales.
La colección de insectos se encuentra en la Ciudad de México, incluye moscas, escarabajos, cucarachas y hormigas que podrían encontrase en un cadáver, en donde el objetivo de dicho estudio es determinar el intervalo de tiempo de la muerte de una persona, así como un proyecto de 75 muestras que determinaron que una cucaracha resulta más dañina para la dermis del cadáver y descartaría una lesión por fuego.
Los creadores de esta colección de insectos, que serán útiles para mejorar los métodos de investigación de la medicina forense, son Carolina Núñez y Carlos Pedraza del laboratorio de Entomología Forense de la Facultad de Medicina de UNAM, quienes destacan la importancia de contar con este tipo de estudios en México, pues en la mayoría de los análisis se requiere de un gasto extra al enviarlos al extranjero.
Su clasificación consistió en ordenar a las especies carroñeras, así como a los insectos que se quedan pegados en los parabrisas, los cuales servirán para determinar el trayecto de un automóvil cuando se realicen las pruebas. Igualmente, esto ayudará a determinar su morfología, sus hábitos biológicos y la zona donde se desarrollan los insectos, para realizar con mayor precisión el análisis.