En octubre pasado la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) inició una investigación por la presunta existencia de un cártel farmacéutico que habría acordado dividirse el mercado mexicano e incrementar hasta en 30 por ciento los precios de las medicinas, y hoy, a un mes de distancia, el organismo encargado de promover y garantizar la libre competencia y concurrencia a nivel nacional se anotó el primer punto a su favor.
En el marco del Congreso de la Anafarmex, Alejandra Palacios Prieto, comisionada presidenta de Cofece, explicó:
Los indicios que tenemos pudieran ser por segmentación de mercados, es decir que los diferentes jugadores se han dividido el mercado, o por manipulación de precios, es decir que se han puesto de acuerdo para fijar precios por arriba de los que cada uno de ellos cobraría si estuvieran compitiendo entre sí en vez de coludiéndose.
Palacios Prieto evitó señalar a un segmento de la cadena en particular, pero recordó que se investiga tanto la parte de la fabricación como de la distribución y comercialización.
El segundo tribunal colegiado en materia administrativa, especializado en competencia económica, determinó que el amparo promovido por la Asociación de Distribuidores de Productos Farmacéuticos de la República Mexicana (Diprofar) en contra de Cofece era improcedente.
Con esta resolución se dan los primeros avances en la investigación a la industria farmacéutica para determinar si la distribuidora de medicamentos Nadro adquirió a su competidor Marzam sin revelarlo a los reguladores, como evidenció información arrojada por la investigación periodística #PanamaPapers.
Según los documentos difundidos por la prensa internacional, Marina Matarazzo y su esposo Pablo Escandón, dueño de Nadro, estuvieron involucrados en la compra Marzam (propiedad de Genomma Lab hasta 2015) a través de un consorcio holandés llamado Moench Coöperatief.
El presente fallo favorece a Cofece, que determinará si las irregularidades alcanzan al resto del sector, el cual incluiría a Diprofar.
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