El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) desarrolló el programa piloto Código Cerebro. Su objetivo es establecer un diagnóstico clínico en menos de 30 minutos a pacientes que sufren de un Evento Vascular Cerebral (EVC). También corroborar el diagnóstico con una tomografía axial computarizada (TAC) y brindar tratamiento en la primera hora del ingreso a los servicios de urgencias.
La doctora Gabriela Borrayo Sánchez, coordinadora de Innovación en Salud, explicó que la estrategia permite agilizar el diagnóstico, diferenciar si se trata de una EVC o una hemorragia cerebral, y establecer pautas para brindar una intervención pronta a través de un medicamento intravenoso que disuelve el coágulo que obstruye alguna de las arterias del cerebro, en lo que se conoce como terapia fibrinolítica.
¿En dónde ya se encuentra disponible?
Indicó que Código Cerebro se implementará en una fase piloto en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS. Ya se ha atendido a los primeros pacientes bajo este esquema con buenos resultados. La intención es sumar unidades médicas y hospitales en la Ciudad de México para integrar una red de atención, y posteriormente expandir su cobertura.
La doctora Borrayo Sánchez dijo que para fortalecer la estrategia fue incorporada a los Protocolos de Atención Integral (PAI) y sigue el ejemplo de Código Infarto.
“Incluye estrategias preventivas, es decir, antes que ocurra el Evento Vascular Cerebral en el Seguro Social haremos acciones de promoción de la salud e identificar factores de riesgo para evitar que estos pacientes tengan la enfermedad”.
¿Quiénes participaron en su desarrollo?
Indicó que en el PAI de Código Cerebro intervinieron especialistas en Neurología, Rehabilitación y Radiología. También hay del ámbito de la Cardiología por el antecedente y experiencia de Código Infarto.
Por su parte, la doctora Alejandra Calderón Vallejo, jefa de Servicio de Neurología del Hospital de Especialidades del CMN Siglo XXI, destacó que el protocolo para crear Código Cerebro comenzó en 2019. Fue a finales del año pasado cuando inició su implementación en esta Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE).
“Lo que hemos visto es que los tiempos de atención se reducen, los indicadores del protocolo incluyen disminuir la mortalidad por esta enfermedad y la morbilidad, que son la secuelas. Sabemos que el EVC es la segunda causa de discapacidad en adultos y también otro de los objetivos es aumentar la oportunidad de terapias de reperfusión para pacientes que tienen un Evento Vascular Cerebral isquémico agudo”.
Explicó que un EVC es equivalente a un infarto al corazón, existe falta de sangre a una región del cerebro y sin una intervención oportuna ocasiona que pierda su función. Por lo que existe un margen de tiempo reducido para disolver el coágulo.
Para ello, dijo, desde hace unos años en el Seguro Social se aplican dos tratamientos que son utilizados a nivel mundial. Uno es poner un medicamento en la vena para que se disuelva el coágulo. El otro es con un catéter que se coloca en la pierna para llegar hasta donde está el coágulo y retirarlo.
La doctora Calderón Vallejo afirmó que dentro del PAI Código Cerebro se incluyen estos dos tratamientos para casos agudos. La intención es que más pacientes tengan la oportunidad de salvar la vida y evitar secuelas o que sean leves.
Síntomas y factores de riesgo
Señaló que otro componente importante del protocolo es difundir entre los derechohabientes y sus familiares los principales síntomas de un Evento Vascular Cerebral: dificultad para caminar, para ver y para hablar o entender lo que otros están diciendo, confusión, problemas para articular palabras, y parálisis o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna del mismo lado, entre otros, a fin de acudir lo más pronto posible a un hospital de Segundo o Tercer Nivel a recibir atención.
Agregó que se debe tener especial atención en población de más de 60 años, con obesidad, diabetes, hipertensión, colesterol alto y/o que es fumadora.
Explicó que también como parte de este Protocolo de Atención Integral se considera la rehabilitación de los pacientes que quedan con secuelas. Con un adecuado proceso de terapias en las primeras horas del EVC, una vez que se ha logrado estabilizar, da un mejor pronóstico de recuperación. También se le brindarán ejercicios, que mantenga una postura adecuada de la mano, evitar contracturas y que no queden inmovilizados por largos periodos para evitar úlceras por estar en la misma posición.