La fiebre, el malestar estomacal, la diarrea, la irritación de la garganta, los escalofríos, la tos, los estornudos y el dolor de cabeza pueden hacernos sentir muy mal. Cuando eso ocurre de inmediato se piensa que se trata de una enfermedad respiratoria pero el mayor problema es identificar con certeza a la responsable. Las más comunes son gripe, resfriado o influenza pero el inconveniente es que todas comparten los mismos síntomas.
A partir de lo anterior, uno de los puntos más importantes como médico es hacer una revisión detallada de cada paciente. De esta forma es más sencillo poder detectar el origen del problema para ofrecer el tratamiento adecuado. Por eso es importante conocer las principales similitudes y diferencias entre cada enfermedad respiratoria.
Resfriado común
Tener congestión nasal o catarro, tos, dolor de cabeza e irritación de la garganta posiblemente sea el anuncio de la llegada de un resfriado común. La infección viral en la nariz y la garganta generalmente no es nociva, aunque, quizás, tampoco sea fácil verlo así.
Si bien no existe cura para el resfriado común, la mayoría de las personas mejora sin ningún tratamiento y, por lo general, dentro de una semana a diez días. Los antibióticos no surten efecto contra los virus y su consumo excesivo contribuye al desarrollo de cepas bacterianas resistentes a los antibióticos.
El estilo de vida y los remedios caseros que alivian los síntomas incluyen beber mucha cantidad de líquido y hacer reposo. Los remedios que frecuentemente se emplean para el resfriado, como los analgésicos de venta libre, los descongestionantes, el spray nasal y los jarabes para la tos, tienen ventajas y desventajas.
Gastroenteritis viral o gripe estomacal
Algo que mucha gente llama gripe, en realidad, es una gastroenteritis viral o gripe estomacal. Las características de esta afección incluyen diarrea, náusea, así como calambres y dolor abdominal. Los síntomas suelen durar tan solo uno o dos días, aunque ocasionalmente continúan hasta por diez días.
Por lo general, no hay un tratamiento médico específico para la gastroenteritis viral. No obstante, algunas medidas de autocuidado permiten aliviar los síntomas. Descanse bastante y evite ingerir alimentos sólidos durante unas horas para permitir que el estómago se tranquilice y, más bien, chupe trozos de hielo o beba sorbos de agua. Luego, poco a poco, vaya ingiriendo una dieta blanda, pero si reaparece la náusea, suspenda nuevamente la comida. Evite los productos lácteos, la cafeína y la comida grasosa o muy sazonada hasta que se sienta mejor.
La influenza
Se trata de una infección viral que ataca el sistema respiratorio, incluida la nariz, la garganta y los pulmones. Al principio, la gripe se parece al resfriado común porque hay catarro, estornudos e irritación de la garganta. Sin embargo, el resfriado se desarrolla lentamente, mientras que la gripe suele presentarse de manera repentina.
Las personas con más riesgo de presentar complicaciones por influenza son los niños pequeños, las mujeres embarazadas o que están en la segunda semana del período posparto, los adultos de 65 años, quienes tienen debilitado el sistema inmunitario, los que padecen alguna enfermedad crónica y las personas obesas.
A diferencia del resfriado común y de la gripe estomacal, existe una vacuna contra la influenza. Si bien su eficacia no es del 100 por ciento sí reduce el riesgo de infectarse con esta afección y, en caso de hacerlo, disminuye la gravedad y el riesgo de requerir una hospitalización.